Notes

Aún estaba en mi boca el sabor de la tuya y tus prendas esparcidas por toda mi habitación, las paredes habían absorbido nuestros gemidos, la cama era nuestro testigo y las sábanas aún continuaban caliente mientras aún desnudo encendía un cigarrillo, una manía que había tomado luego de tener sexo. Te pido que te quedes conmigo a dormir, que prometo no tocarte pero tú te niegas rotundamente porque él te está esperando; recoges los jeans dejando solo tu pecho desnudo que fue segundos más tarde cubierto por una de mis cachetas de cuero negras y tu camisa. Me recuerdas que solo somos amigos —que follan— y no intento detenerte otra vez o simplemente contradecirte, no tenía ánimos de empezar una discusión que sé que no ganaría porque contigo nunca se gana. Das tres zancadas enormes hacia mí cortando los pocos metros que nos separan para arrebatar el cigarrillo de mis dedos y dar una calada de la marihuana sobre mi boca, sonriendo, entonces te acercas lo sufienciente como para besarme antes de que el humo se esparsa por completo y devoras mis labios en un beso que me hace erizar la piel y querer volver a la cama contigo de nuevo, el sabor y la forma en la que besas me deja necesitando más, tu lengua juega con la mía y tu mano hace presión detrás de mi nuca. —Solo amigos. —Sonríe diciendo mientras se aleja de mí llevándose el cigarrillo consigo. Solo amigos; me repetiría la misma frase hasta que mi corazón pudiera entenderla, hasta que me diera cuenta de que tiene a alguien más y que ese alguien no era yo.