Notes

Caminaba por las frías calles, abrigándose todo lo posible con su polerón. Soltó un pequeño suspiro, sintiendo su cuerpo completamente congelado. Una vez que divisó la casa del menor sonrió con suavidad, apresurando el paso. Cuando estuvo frente a la entrada giró la manilla de la puerta intentando hacer el menos ruido posible. Arrugó su nariz al sentir la calidez proveniente de la casa ajena, se deshizo de su polerón lentamente para luego adentrarse hasta el comedor, notando que la televisión estaba prendida.

Lo vio sentado en el sofá, soltando una pequeña risa al ver que estaba perplejo viendo la pantalla del televisor. Se acercó hacia él y se inclinó hasta quedar a pocos centímetros de su rostro, depositando un delicado beso sobre una de sus mejillas. Se sentó a su costado y de manera inmediata apoyó su mejilla en su pecho, abrazándose a su cuerpo con fuerza.

— Hola.

Murmuró, alzando la mirada. Abultó sus labios antes de acercarse a los del adverso, robándole un pequeño y sonoro beso. Escondió su rostro en el cuello de éste, acomodándose sobre su regazo. Rodeó su cintura con sus delgados brazos, volviendo a apoyar su mejilla en su pecho, empezando a sentir su cuerpo ligeramente cálido. Dejó tiernos besos sobre su pecho, dejando que una tonta sonrisa se dibujara sobre sus cerezos. Rodeó su cuello con sus brazos y dejando la vergüenza a un lado se dedicó a dejar besos por todo su bello rostro, finalizando con una suave mordida a su mejilla.