Notes

Mis ojos lloran todas esas noches de momentos felices y desean volver a presenciarlos una vez más. ¿cuánto faltará para que llegues? Siento que no puedo esperar más. Ansío ese momento que quizá, con mi mala fortuna, no llegue. ¿qué será de mí hasta entonces? Las lágrimas me van consumiendo de a poco inundando mi corazón sin dejar cabida para algo más. Así se siente. Así me siento. Pueda que ni estés enterado de mi sentir, pueda que pienses que estoy bien, cuando en realidad estoy llena de angustia. ¿por qué decidiste irte? No me doy una idea de lo que pasa por tu mente ahora y aborrezco eso. Tal vez no sabía que añoranzas tenías, tal vez estabas sufriendo y no sentí empatia. Yo tengo la culpa. Nunca encontraré consuelo ni perdón en mi persona. Todo se ha vuelto blanco y negro, te llevaste todo, menos a mí. ¿qué será de ti? Me pregunto si tú también lloras.

Debo estar feliz porque llenaste mi vida de detalles cuando estaba vacía, te acercabas a mis sueños y poco a poco te fuiste volviendo real, algo que nunca imaginé que pasaría pero que dentro de mí ser estaba deseando que ocurriera. En mi vida fuiste esa estrella fugaz que tanto ansiaba poder ver pese a estar consciente de que ese instante especial duraría tan poco para ser contemplado como tal. Así fuiste tú en mi vida; nunca me diste razones para estar triste, salvo tu partida; la única razón que hace a mis ojos rodar lágrimas y a mi vista centrarse en la nada, mientras mi mente no deja de proyectar aquellos momentos de ensueño que vivimos cual película cliché sentimental fuera. Y ahora sin ti, los días cada vez se parecen más... se vuelven más insulsos y menos interesantes, no me daba cuenta que te habías llevado gran parte de mí contigo, no fui consciente del trozo que me arrebataste.

Y nunca escuchaste las últimas palabras que tenía para ti, nunca supiste que aún te seguía amando como nunca, jamás te enteraste que me había tragado aquellos vocablos tristes que salieron de mi boca alguna vez y que seguramente hirieron tu ser, nunca te diste cuenta de ello... te fuiste sin más, dejando todo atrás excepto tu orgullo. Tu compañía ya no está más conmigo coloreando mis días grises, camino en soledad ahora a pesar que juraste tanto nunca irte, pero no te culpo, mi especie de invisibilidad involuntaria no te dejaba verme; nunca pudiste ver que dejabas un corazón cargado de afección hacía ti. Tu bonito recuerdo es quien me acompaña hoy en día, mismo que espero alguna vez desaparezca para tener tu presente, así es, esperando tu regreso estaré. Pasen los días, años, siglos, nunca olvidaré el rostro de la persona que pudo romper la pena que yacía en mí.