Notes

Querido Ragnarök:

Decidí escribirte esta carta simplemente para hacer un corto viaje a los recuerdos, pero más que nada para expresar mi aprecio hacia ti en este día. El camino que hemos recorrido ha sido difícil, sin embargo agradezco cada día el haberte conocido.

Eres una persona maravillosa y quien diga lo contrario realmente no te conoce. He tenido la fortuna de tener lo mejor de ti, aunque más de alguna vez lo he arruinado y lo siento. No creo que exista alguien capaz de cuidar de ti como lo mereces, porque todos son tan comunes, incluyéndome, que cometemos errores y lastimamos a quienes más queremos. 

Eres alguien honesto en todos los sentidos, lo cual es tan difícil de encontrar en las personas actualmente; quieres de manera pura y dices las cosas exactamente como las piensas. La intensidad de tus emociones verdaderamente no cualquiera las puede soportar, porque llegas y como un fuego abrasador envuelves todo, invades todos los sentidos y, cuando te vas, dejas un vacío. 

Estos meses he podido experimentar cada una de las cosas que te conforman; tu esencia, y me has cautivado de una manera única e inigualable. Es tan inexplicable la forma en la que llegaste y tomaste todo de mí para instalarte en mi corazón de manera permanente. Has logrado tener un espacio único en éste, y por más cosas que pasen, siempre va a estar allí para ti. Sé que así como eres fuerte, eres tan frágil como un niño, por lo que me he esforzado en protegerte; sin embargo, no he hecho un muy buen trabajo, pero sabes que siempre que lo necesites, puedes venir a mis brazos y te recibiré. Tienes un corazón de oro, Ragnarök, que no todos son capaces de apreciar, pero quiero que lo sepas. El tiempo que he compartido contigo ha sido de los mejores que he podido tener, a pesar de nuestras diferencias. Eres de las personas más reales que he llegado a conocer; con tus miedos y aspiraciones, tus adoraciones, tus gustos, tu simpleza entre lo complicado que puedes llegar a ser, lo hermoso que eres en este mundo que está tan hecho mierda. 

También quería agradecerte por haberme enseñado tantas cosas sin siquiera darte cuenta. Contigo aprendí realmente lo que es querer a alguien, cuidarle y preocuparse por su bienestar. Al mismo tiempo, me enseñaste a abrir los ojos y no dejarme pisotear, tal vez no de la mejor manera, pero de todas formas te lo agradezco. Por ti sé lo que es no juzgar antes de conocer, y no dejarse llevar por las cosas que hablan los demás, y mantenerse sólida en las decisiones tomadas. Esforzarse por mejorar y creer en lo que se quiere, perseverar, aprender del otro y ayudarse mutuamente. Compartir tu vida con alguien y confiar. 

Estoy tan feliz de saber que he logrado poner una sonrisa en tu rostro más de alguna vez, y tan decepcionada de haberte borrado otras cuantas sin querer. Pero quiero que sepas que mi cariño es real, que te quiero con toda mi vida, que cada palabra, cada sentimiento del que alguna vez te hablé es real, que no me arrepiento de ningún segundo que pasé contigo, y que por más discusiones que hayamos tenido, retrocedería el tiempo una y otra vez para volver a vivirlo todo de nuevo. 

Espero que este nuevo año sigas creciendo, que obtengas todo lo bueno de las personas, y saques lo bueno de lo malo. Que perdones, que rías y que llores también, que logres todo lo que te propongas, que tengas más alegrías que tristezas, pero por sobretodo que aprendas y te desarrolles como persona muchísimo más. Que te llenes de nuevas experiencias y lindos recuerdos.


Feliz cumpleaños. 
Con amor, Pęrsis/Pierce.