Notes

Esta es la tercera vez que escribo una carta de año nuevo para vos, y admito que comienzo a sentirme algo anciana. El tiempo avanza demasiado rápido y con él todos los meses que llevamos siendo mejores amigas. Este año podemos decir que nos acercamos mucho más, es decir, ya desde el año pasado comenzamos a ser uña y carne, pero este año pasaron muchas cosas que no hicieron más que fortalecer lo que tenemos y darnos a saber que vamos a contar con la otra hasta ser esqueletos. Quiero agradecerte porque me protegiste en todo momento sin importar qué, estuviste toda una mañana secándome todas las lágrimas y ofreciéndome tu hombro para llorar, soportaste que casi nos perdiera en nuestra ciudad (y fue demasiado gracioso), compartimos conversaciones largas, risas, lágrimas y trabajos interminables "en equipo", entre otras aventuras. Me tuviste toda la paciencia del mundo en muchas ocasiones, pero sobre todo estuviste para mí como nadie jamás, lo que para mí significa el mundo. Como te habré dicho en millones de ocasiones, la amistad que formamos nosotras dos es la amistad que soñé en toda mi vida. Sabes que te considero una hermana, que hasta en mi casa te consideran ya parte de la familia y que el cariño que te tengo sobrepasa todos los límites.
Y ahora, empezamos el 2018, que aunque es nuestro último año juntas antes de que te vayas y sabemos que vamos a perder la constancia de vernos, también sabemos que nunca nos vamos a perder la una a la otra y que vamos a disfrutar de cada mañana juntas aunque sean cinco horas infernales con gente que ni bancamos. Nos tenemos, lo que es demasiado importante. Te amo con todo mi corazón y estoy demasiado feliz de que seas mi mejor amiga, no podría haber pedido a nadie mejor para ocupar ese lugar. Te deseo un 2018 hermoso, mi angelito lindo.