Notes

Si debo serte sincero, nunca supe cómo comenzar las cartas.
Quizá es algo terrible, quizá no.
(Probablemente sí).

En los libros siempre aparecen con el nombre del destinatario después de un ''querido'', y dos puntitos, pero creo que eso es demasiado básico (y común, tratándose de mí) así que prefiero comenzar las cosas de una manera menos convencional, y dejándote adivinar para quién va todo esto.

Es bastante sencillo, a decir verdad.


Hoy es el cumpleaños del mejor líder del mundo, ¿sabes?

Ese que siempre me ha escuchado cuando ha hecho falta, que me ha consolado en los días oscuros, que se ha preocupado por mí todas y cada una de las veces que me ha visto con un humor ‘bajo’, y que incluso me ha cumplido los caprichos cuando quizá no era necesario. Ese mismo que me malcrió, que me llama cachorro de vez en cuando, que me hace bromas sólo para verme rabiar, y que últimamente se ha convertido en toda una cute, cuddly and fluffy ball (no le digas, pero espero que no cambie).

Probablemente una de las personas más geniales del mundo, e increíble, por cierto, aunque él no sepa apreciar su propia brillante existencia, porque es ‘demasiado humilde’ para hacerlo. Una persona que se echa, quizá, más peso del que debería encima de los hombros y que lidia con ello día a día sin ánimos de complicarle la existencia a nadie. Alguien tal vez un poquitín testarudo, que goza cuando tiene la razón, que el orgullo le complota en su contra algunas veces, pero que de ninguna manera aquellas características le impiden de ser una persona excelente, fantástica y deslumbrante.

Un muchacho que desde lejos parece un enigma, pero que cuando te acercas, te das cuenta que es el rompecabezas con la imagen más bonita de todas, y que sólo necesitas tiempo para completarle.

Creo que sabes de quién hablo ya, ¿cierto?


Qué decirte que no te haya dicho ya, leader-nim... Y qué decirte, sobre todo, sin sonar malditamente cursi porque de verdad, dedicarte unas pocas palabras a ti significa que el 80% de ellas sean puro amor y cariño.
Pero aquí voy, dejando a mi corazón hablar.

Me gustaría comenzar diciéndote que eres como el descanso y la paz de mi alma.
Desde hace meses no haces otra cosa más que brindarme calma y seguridad, y de verdad admiro tu capacidad de tranquilizarme siendo que hay tantos demonios y problemas dentro de esta cabeza, y es una habilidad maravillosa la que tienes de congelarlos o detenerlos en el momento exacto.

El destino puso un tesoro frente a mí al darnos esta posibilidad de volvernos tan cercanos, y realmente me alegra que aquél día, esa ‘segunda primera vez’, me haya acercado una vez más a ti y tú me hayas regalado, de nuevo, la posibilidad de entablar una charla. Gracias, Jaebum del pasado, por tanta amabilidad; de no ser por ti, todo esto no se habría logrado jamás, y ahora mismo estaría dedicándole estas palabras a la nada misma, porque dudo poder establecer un vínculo así de fuerte con alguna otra persona en toda la humanidad.

No sé qué fue lo que me ha llevado a ser de esta forma contigo, pero ten por seguro que ha sido obra y gracia tuya; yo sólo me acerco a las personas en las que confío, y tú con el tiempo me has demostrado que puedo confiar en ti. Con todas esas charlas, algunas demasiado profundas y otras no tanto; con todo ese tiempo dedicado, con los debates que hemos llevado adelante, con los consejos, con las bromas, pero por sobre todo con todas esas horas y horas de plática que hemos tenido, me fueron sirviendo para analizarte poquito a poco y darme cuenta que eres una persona a la que puedo brindarle toda mi confianza.

Contigo siento que todo está bien... Salvo esas veces en las que te enfadaste conmigo, que si bien no han sido muchas, sí han sido lo suficientemente desoladoras como para recordarlas. Pero todo está bien. Definitivamente tu presencia en mi vida es... paz. Eres como un hogar para mí, y mi favorito si es que debo ser sincero.


Recuerdo el día aquél en el que hablamos sobre el tiempo y que nada era para siempre; que insinué que todo era temporal, pasajero, y que las personas que pasaban por nuestra vida eran un simple complemento. También recuerdo el día en el que te dije que me gustaría tragarme todas esas palabras, o al menos luchar contra ese hecho porque de ninguna manera te quería fuera de mi vida. Pues bien, déjame decirte que todavía (y probablemente durante los próximos días de mi existencia) siga buscando la forma de cuidar delicadamente el vínculo que nos une y mantenerte junto a mí todo el tiempo que sea posible porque he llegado a la conclusión de que los días sin ti me resultarían insípidos, comunes; faltos de algo especial que tan sólo lo tienes tú, y decididamente tristes.

Y porque le das esa sensación, ese ‘sabor’ especial a mis días, es que me gustaría recordarte que puedes contar conmigo siempre que lo necesites, o todas las veces que sea necesario. No importa cuántas veces deba decirlo: estaré, siempre. Estuve ayer, estoy hoy, y estaré mañana siempre dispuesto a quitarte aunque sea un poco el peso de tus preocupaciones, de tus molestias, de tus problemas, ya sea con mis bromas u ocurrencias, o tan sólo escuchándote o brindándote algunas palabras si es que lo necesitas. ¿Por qué? Porque me nace así. Porque sale de mí ser de esta manera tan incondicional si se trata de ti.
Una vez te he dicho que cosechas lo que siembras, y no tengo idea qué hayas sembrado en mí pero has creado un monstruo lleno de cariño capaz de golpear a cualquier persona que se atreva a molestarte.

Te quiero un montón, Jaebum, e incluso mucho más que eso, y de verdad me gustaría que en este día tan especial (porque lo es) todas y cada una de las personas que quieres y amas te llenen de cariñitos, presentes y mimos porque te lo mereces. Mereces estar contento, ser feliz, sonreír y ponerte a ronronear porque la vida es bella y no odiosa, como siempre.

Desde lo más profundo de mi corazón cachorril te deseo un muy feliz cumpleaños, feliz de verdad, y mi niño interior de nueve años me obliga a decirte que ''ojalá se te cumplan todos los deseos y comas mucho pastel''. Alguien debería avisarle al niño que si Jaebum come mucho, se trata de cereales rellenos y no de pastel.

PD: Eres el mejor líder.
PD2: En esta posdata te quiero un poquito más que unas líneas más arriba.
PD3: Y en ésta, más que la anterior.
PD4: Sí sé cómo escribir una carta, sólo quería darle un poco más de emoción.
PD5: Lamento si me extendí, pero la verdad es que me he quedado corto, y no de estatura, sino de palabras; podría estar escribiendo durante horas.


J. W.
(A.K.A: el cachorro).