Notes

Una de las cosas que más disfrutaba EunBi era tener un comeback, la industria de idols era inmensa y si en tiempos como ese tenía suerte podría encontrarse durante las promociones alguna que otra persona interesante que estuviera en las mismas condiciones. GFRIEND estaba siendo el TOP de popularidad en esos últimos días, lo cual hacía a sus compañeras sensibles a tener que mostrarse delante de cámaras y fans siempre sin errores, siempre perfectas. Ese día les tocaba grabar en Music Core, por un momento pudo presenciar la tensión de hacerlo bien dentro del pecho. Mientras se estaba arreglando para ir a escena, ella pensó en él. En si lo vería. En si tendrían la oportunidad de charlar. Cuando EunBi se sentía un poco fatigada bastaba con recordarlo o enviarle un mensaje para sentirse bien. Él continuamente tenía las palabras correctas para motivarla ante todo. Ella procuraba devolverle el favor de la misma forma.

Pero después de haberlo escuchado tan impulsivo y grosero delante de una miembro del staff, le pareció que algo no estaba bien. S.Coups el líder de SEVENTEEN estaba actuando delante de muchas personas con nada de profesionalismo, esa actitud hizo que Eun le mirará desconcertada. Ellos siento famosos debían mantenerse al margen, ¿qué le estaba pasando para tenerlo tan agrio ante el personal? Conocía su carácter y podría a veces no ser el mejor, sin embargo, no esperaba quedar tan sorprendida. Él no era así sin causa algún. Ella junto con el resto de las chicas lo miró en un mal momento, no fue necesario decir algo, tuvo que ir al escenario y procuró olvidar lo que había visto. Porque esa debía ser su postura. Al termino de la actuación, con un poco de agotamiento físico se encamino rumbo a los camerinos de nuevo por el ascenso, durante el trayecto las chicas se la pasaban hablando, EunBi no prestaba atención a nada; aunque no quisiese decirlo estaba preocupada por Cheol.

Para su mala suerte o fortuna, lo vio a unos pasos de ella, luego de salir del ascensor. No tuvo de otra más que seguirle y se quedo junto a él de nuevo a dentro. Lo primero que espero era una explicación, no sabía porque, pero deseaba escuchar una explicación a lo de antes, y es debido a lo cercano que eran ambos, su relación (aún) se mantenía en disfrute de los dos, unos amigos un tanto especiales para el resto, y así entre ellos cualquier problema era imparcial, lo hablaban e intentaban buscar una solución, pero ahora él ni siquiera se inmuto en decir nada, ¿desde cuánto actuaba solo? Al inicio no le hizo caso. Lo escuchó hablar y pronunciar unas felicitaciones, las cuales no respondió, le volvió a preguntar si no diría nada y a partir de ese momento no sabía por dónde comenzar. Estaba decepcionada.

— No debes explicarme nada, estas en lo correcto — le dijo con firmeza, cruzando sus brazos sobre el pecho, recatando lo que en verdad quería decir. Quería oírlo confesar que algo iba mal. Esperaba poder ayudarlo. No que llegará solo a saber lo que ella pensaba. — Solo diré que te viste ridículo. Eso que hiciste. No es bueno en lugares como esté. —Se lo hizo saber, le señalo lo que ella considero una mala acción. —Debiste ver la mirada de esa chica, de tus compañeros, de todos los que te presenciaron, si algo te molesta no esperes a sacarlo en momentos así lo único que ganaras es... —Tomo aire antes de continuar, en ningún momento se volvió a verlo, mantuvo su mirada fija a la puerta de metal. Al los segundos continuo con voz queda— ...que se decepcionen de ti.
Me gusta · Responder · 9 de agosto a la 1:00
도윤
도윤 Estaba tan crispado de emociones que no podía escoger una para aquel momento en el ascensor junto a ella, cuando sus ojos se dieron cuenta de que su parada estaba llegando, apresuró la acción consiguiente y presionó el botón que indicaba el último piso. Tenía cosas que aclarar con Eunbi antes de que cada uno se diese la espalda y, vaya, quien sabe si volverían a verse, SEVENTEEN estaban finalizando sus promociones y comenzarían una serie de conciertos, así que no la iban a tener fácil mientras tanto. S.Coups a veces se encontraba solo en su cama mirando el techo y preguntándose si ella estaría bien, si ha comido o tan siquiera anhelando que le dijese una tonta palabra de apoyo. Otra vez un malhumor creciendo por sus huesos.

De que nada resulte a su disposición era para peor, mucho, mucho peor. Ella lo había visto cayendo en un papel que ni él mismo reconocía, y ahora debía explicarle qué le pasaba a lujo detalle, porque conocía a Eunbi, y no iba a estar tranquila sin saber qué había en su mente, por lo mismo él no iba a estar tranquilo por la futura distancia que les esperaba si ella iba a estar en la misma condición, y eso obviamente no lo quería, el ascensor no contaba horas o días, sólo segundos y ¿Qué iba a salir de su boca en un par de segundos? Trató de no observarla al escuchar su “reclamo” soltó un suspiro y reclinó la cabeza en la pared, haciendo una mueca que poco a poco transformó en una sonrisa. Esfumó todo en una ligera risa, que esperó, haya tomado para bien.

—No te preocupes…

pero justo cuando terminó ella de hablar, interrumpiendo su voz que iba a ser intercalada, las últimas palabras dejaron un eco en el momento en que ellos estaban. La mueca que antes había decorado parcialmente desapareció y lo único que hizo ruido después fue la puerta del ascensor abrirse y para sorpresa, no había nadie allí. S.Coups estiró su brazo y volvió a presionar el botón, aún con el dolor de sus palabras palpitándole, carraspeó la garganta para tratar de hablar.

—Lo siento. Sé que estuve mal, y no lo digo por decir, realmente me siento muy apenado. Creo que es el estrés Eunbienie, usualmente me he sentido tan cansado que ni siquiera he podido dormir. No puedo reconocerme del todo. —por primera vez, sin importar la cámara apuntándoles, la miró con dulzura— No te decepciones de mi. Realmente me has hecho mucha falta. ¿Has comido bien? Oí que te iban a dar un teléfono móvil, aigoo, y a mí que me quitaron el mío de respaldo.

Eso, quería que todo fuese diferente, un ambiente diferente. ¿Se podría?
Me gusta · Responder · 16 de agosto a las 21:02
旦星
旦星 EunBi lo miró frunciendo el ceño. Coups ofrecía la breve explicación de momento, como siempre. Parecía querer apaciguar la situación. Cuando menos, esto le estaba funcionando un poco, quizás Eun debería dejar de hablar demasiado y esperar a que él viniera a ella, por mera idea, esperaba ahora ser quien lo ayudara. O quizás, sencillamente, lo deseaba. Ya no se trataba de ver si había hecho algo mal o no, si no de ser útil en momentos difíciles. En todo caso cuidar de él más que antes, siendo cercanos era la única excusa que podría decir para entenderlo.

Además, no podía ir tampoco por la vida reprendiéndolo en todo momento, ambos eran adultos ahora debían saber arreglar ese tipo de cosas, y sobre todo, acostumbrarse a que si de nuevo llegará a pasar; ver nuevas facetas uno del otro, coordinarse para que no arruinara sus pequeños encuentros. Fue entonces que inhalo el aire suficiente para soltarlo por la boca y hacer que sus hombros cayeran un poco como descansando, reclinando también la cabeza en la pared del ascensor. Y se quedo allí antes de hablar.

Ahora bien, si lo que buscaba Cheol era calmar sus malos ratos a su lado, lo menos que podía hacer como promotora, era consentirlo aunque fuera un poco. No agobiarlo más de lo que podría estar, ni preocuparlo ni hacerlo sentir culpable por emociones humanas.

— Solo ten cuidado con lo que dices, debes controlar ese mal humor —le dijo, con voz suave y girando el rostro para mirarlo a los ojos, le mostro así una ligera sonrisa para que no se preocupara demasiado. — Si tienes problemas, ven a mí...y sí he comido bien, ¿te hace feliz saberlo? También he dormido bien, y te extrañado mucho, el móvil me lo entregaran hoy al volver a casa, esperaba verte para pedir tu número y así llamarte, pero si no tienes, ¿qué debo hacer? —abulto los labios, suspirando.

Dicho eso, alargo la mano para presionar de nueva cuenta el botón del ascensor para no salir aún de ahí, necesitaba unos minutos más unos cuantos para cuando le dijera adiós, no lo añorara tanto, porque viéndolo bien, si lo había hecho, ver su rostro le parecía el mayor atractivo y su sola presencia, le hacía suspirar, ¿hacía cuanto que no lo tenía así de cerca? ¿Podría ser posible extrañar a alguien pese a tenerlo delante? A lo mejor sí, porque quería tenerlo solo para ella, al menos un día entero.

— Oppa, ¿me has extrañado? —había dicho sin mucha vergüenza — Felicidades por haber hecho tu regreso con Very Nice, disfrute la canción y el vídeo, todos se veían muy bien.

Y acabó simplemente mirándolo.
Me gusta · Responder · 28 de agosto a las 23:06
도윤
도윤 Sus miradas se conectaron, la ternura que habitaba en los bellos orbes de EunHa fueron razón para la calma que albergó en su pecho. Acariciaron su inestabilidad del día y lo acomodaron en una balanza. Sonrió con más sinceridad, verla retener el ascensor para quedarse más tiempo con él lo enterneció. No sabía si comentar al respecto haría que se pusiese incomoda así que retuvo el comentario y apreció para sí el detalle. Carraspeó la garganta para concentrarse en lo que decía y volver a pegar la tonta sonrisa en su rostro. Si ella respondía con aquel tono dulzón ¿Cómo iba evitar no asentir más de una vez con aquel ritmo embobado?

—Por supuesto me alegra. No hagas caso a esas dietas, así de saludable me gustas más. —dijo con más descaro aún. No era sorpresa tampoco, Cheol dejó muy en claro sus sentimientos por la fémina y eso iba de largo, hasta que las cosas se hagan formal. — No te preocupes. Si me das tu número después me iré a una de esas cabinas públicas a hablar contigo a altas horas de la madrugada. —le guiñó el ojo, tratando de notar su broma cuando en realidad sintió un picón de rabia al recordar la razón por la cual había entregado su móvil. Abrió los labios para soltar un suspiro silencioso y volvió a resplandecer en una sonrisa. No, no podía mantener el rencor cuando tenía a su adorada al frente. — Ya las promociones terminarán, pero realmente agradezco tus felicitaciones. Y…

Miró el numeral del ascensor, ya a punto de llegar a su destino carraspó la garganta por sexta vez y se enderezó. — Te extraño siempre. Te prometo vernos después, te llevaré a un lugar que encontré y sé que te va a encantar. Es cerrado, y es bastante seguro… ¿Qué dices? ¡Rápido que ya es nuestra parada! —mordió su labial inferior, sólo la quería alterar un poco con eso de la “llegada”, le parecía divertido verla por igual ansiosa por no llegar el destino final— Y por si las dudas. Sí. Te estoy invitando a una cita.