Notes

¿Alguna vez has visto la luna y te has quedado pensando en lo mucho que se parece a las personas? Clara y brillante, como las personas más alegres, puras y sinceras. Oscura y misteriosa, como las más calladas y tímidas. Dos lados tan diferentes pero a la vez tan similares, tan complementarios, tan iguales.
Todos somos un poco como la luna. Tenemos un lado muy de otros, un lado que brilla con orgullo de cara a los demás, que dejamos ver sin esfuerzo, transparente. Y tenemos un lado muy nuestro, oscuro, no por ser malo sino por estar oculto, cerrado, un lado que nos guardamos para nosotros y unos pocos afortunados que tienen la suerte de observarlo con cautela.
¿Será por eso que en las noches miramos tanto a la luna en busca de respuestas? Quizá si, quizá lo hagamos buscando las respuestas en nosotros mismo pero con el engaño de que es alguien más quien da esas respuestas, para no tener que cargar totalmente con las consecuencias.