Notes

A medida que va pasando el tiempo, los días y las semanas, me he dado cuenta de algo. El cariño que te tengo es uno que va en constante crecimiento, segundo por segundo, te quiero más que el segundo anterior. Y es inexplicable por que solamente dos veces hemos cruzados palabras y el nerviosismo hizo sentirme incómoda, y a la par cuestionarme el por qué sentir un cosquilleo cada vez que tu rostro se me hacía verle.
No sabes cuantas veces me he imaginado nuestros dedos entrelazados y mis labios rozar la comisura de tus labios, que hacen desear estar hechos de nicotina para fumarte hasta volverte ceniza.
Quizás está muy fuera de lugar que yo mencione todo esto cuando tú te encuentras en una relación lo bastante satisfactoria para ti, pero ya no toleraba este hueco sin completar y que mi susurro al fin se convierta en un grito.
Me gustas.
No de un modo complaciente y sumiso.
No como para que no me importe dejarme arrastrar a la misma monotonía.

No sabes cuando deseo que no te tomes esto a la ligera y al menos puedas responderme, pero si será de una manera en que mi escrito se vea ridiculizado, mejor deja esto en tu mente y que el secreto solo sea de ambos.