Notes

«¿Algún día escribirías esa lista para mi? Al menos unos cuantos puntos...» Pregunté con voz coqueta y delicada observando con mi mirada embuida del profundo amor que mí alma y corazón te profesan, combinandose con una pequeña y suave risa atenta a cada detalle, gesto y semblante en tu rostro. Luces tan inmensamente adorable, con los ojos cerrados intentando ocultar tu tan encantadora sonrisa, casi tan adorable como cuando tus ojos de tu mirada galáctica y eléctrizante parecieran transformarse en su expresión característica para suavizarse al posarse en mi dirección. La forma en la que tus pupilas se dilatan y de pronto me encuentro con un portal que me permite conectar con ese niño tan tierno que me derrite de la misma forma en la que me derrite el hombre que me intimida con su profunda mirada.

Entonces, me acerco a ti para poder admirarte mejor porque cuando estoy frente a tu persona no estoy tan solo observando, estoy admirandote. Porque para mi eres como un ser divino que me fortalece y enseña tanto, tanto que no soy siquiera capaz de terminar de explicar con las palabras pero que si puedo sentir y eso que siento me fortalece y me envuelve en esperanza. Entonces cuando mis dedos están moldeando tus gestos y de pronto estos son capturados por tu toque no puedo evitar reír suavemente antes de sentarme en tu regazo para sentirme aún más cerca de tu persona, al menos de una forma física porque ya estaba sintiéndote conmigo desde hace muchas vidas.

Nuestra conexión me hace sentir tus pensamientos, sensaciones y gestos que quizás podrían llegar a omitirse a tan solo simple vista, esto me hace entrar en una especie de extasis. Sé que tiendes a tensar la mandíbula cuando estás intentando obtener cierto control pero, no quiero que te controles. Quiero que te dejes llevar, quiero relajar a tu cuerpo, quiero sentirnos ligeros, entonces mis labios distribuyen pequeños besos con ternura por todo tu rostro terminando en tus labios para indicarte de forma verbal el consentimiento que siempre estuvo implícito. Cuando tus ojos se abren encontrándose con los míos mis mejillas se sienten arder pero mi mirada permanece sosteniendose de la tuya en esta conexión de lenguaje secreto que existe entre ellas. Cuando escucho el sonido encantador de tu voz vibrar en cada partícula de mi ser, mis ojos viajan hacia tus labios tan solo un instante y te sonrio de forma encantadora, tanto mi boca como mis ojos lo hacen. «¿Está usted diciendo que le gustaría ser castigado?» Pregunto con entonación traviesa mientras mis dientes capturan levemente entre ellos y con suma delicadeza a tu labio inferior. «Yo creo que sería lo justo...¿sabes? debería yo morderte, en todas todas partes.» Mi mirada resplandeciente con mis ojos color chocolate algo más oscuros pero que brillan como nunca, la posición de mi cuerpo cambia de modo que mis piernas rodeen tus caderas y el contacto sea más íntimo.