Notes

Uno frente a otro, se quedaron mirando unos largos minutos, hasta que él la tomó de la cintura y la acercó a su cuerpo, la intentó besar. Ella tan solo se negaba e intentaba apartarse pero lo gracioso es que le seguía el beso sin más, de hecho, hasta tomado de la camiseta lo tenía, con todas sus fuerzas. Ambos sonreían, y así fue hasta que se durmieron. De repente, algo les despertó, era un profesor bastante asustado pero a la vez aliviado, ya había amanecido y los habían encontrado. Ellos contaron todo lo ocurrido pero todos se alegraban de que finalmente estuvieran de vuelta. Ya era el siguiente día, tocaba irse y él se sentó junto a ella en el bus. Se pasaron todo el camino riendo y gastándose bromas entre sí, parecía que se conocieran de toda una vida, y él insistía en que desde ese día ya eran pololos para siempre, aunque ella se negaba, entre risa y risa así fueron.

Esta es una de mis historias favoritas desde el día en el que me la contaron. ♡