Notes

At midnight on the third day of their deportation, the group looks in horror at flames rising above huge ovens and gags at the stench of burning flesh. Guards wielding billy clubs force Elie's group through a selection of those fit to work and those who face a grim and improbable future. Elie and his father Chlomo lie about their ages and depart with other hardy men to Auschwitz, a concentration camp. Elie's mother and three sisters disappear into Birkenau, the death camp. After viewing infants being tossed in a burning pit, Elie rebels against God, who remains silent.

Every day, Elie and Chiomo struggle to keep their health so they can remain in the work force. Sadistic guards and trustees exact capricious punishments. After three weeks, Elie and his father are forced to march to Buna, a factory in the Auschwitz complex, where they sort electrical parts in an electronics warehouse. The savagery reaches its height when the guards hang a childlike thirteen year old, who dies slowly before Elie's eyes.

Despairing, Elie grows morose during Rosh Hashanah services. At the next selection, the doctor culls Chlomo from abler men. Chlomo, however, passes a second physical exam and is given another chance to live. Elie undergoes surgery on his foot.

Because Russian liberation forces are moving ever closer to the Nazi camp, SS troops evacuate Buna in January 1945. The Wiesels and their fellow prisoners are forced to run through a snowy night in bitter cold over a forty-two mile route to Gleiwitz. Elie binds his bleeding foot in strips of blanket. Inmates who falter are shot. Elie prays for strength to save his father from death. At a makeshift barracks, survivors pile together. Three days later, living on mouthfuls of snow, the remaining inmates travel in open cattle cars on a ten-day train ride to Buchenwald in central Germany. Finally, only the Wiesels and ten others cling to life.

In wooden bunks, Elie tries to nurse his father back to health. Gradually, the dying man succumbs to dysentery, malnutrition, and a vicious beating. Elie's mind slips into semi-delirium. When he awakens, Chlomo is gone. Elie fears that he was sent to the ovens while he was still breathing. Resistance breaks out in Buchenwald. In April, American forces liberate the camp. Elie is so depleted by food poisoning that he stares at himself in a mirror and sees the reflection of a corpse.

A la medianoche del tercer día de su expulsión, el grupo mira con horror a las llamas se elevan por encima enormes hornos y gags en el hedor de la carne quemada. Guardias armados con porras obligan grupo de Elie través de una selección de aquellos en condiciones de trabajar y los que se enfrentan a un futuro sombrío e improbable. Elie y su padre Chlomo mienten sobre sus edades y salen con otros hombres resistentes a Auschwitz, un campo de concentración. madre y tres hermanas de Elie desaparecen en Birkenau, el campo de exterminio. Después de infantes de visión que se lanzaron en un pozo ardiente, Elie rebeldes contra Dios, que permanece en silencio.
Todos los días, Elie y la lucha Chiomo para mantener su salud para que puedan permanecer en la fuerza de trabajo. guardias sádicos y fiduciarios exactas castigos caprichosas. Después de tres semanas, Elie y su padre se ven obligados a marchar a Buna, una fábrica en el complejo de Auschwitz, donde se ordenan las partes eléctricas en un almacén de la electrónica. El salvajismo alcanza su apogeo cuando los guardias de colgar un de niño de trece años, que muere poco a poco ante los ojos de Elie.
Desesperado, Elie crece taciturno durante los servicios de Rosh Hashaná. En la siguiente selección, el médico entresaca Chlomo de los hombres más capaces. Chlomo, sin embargo, pasa a un segundo examen físico y se le da otra oportunidad para vivir. Elie somete a una cirugía en su pie.
Debido a las fuerzas de liberación rusas se están moviendo cada vez más al campo nazi, tropas de la SS evacuan Buna en enero de 1945. Los Wiesels y sus compañeros de prisión se ven obligados a correr a través de una noche de nieve en un frío sobre una ruta de cuarenta-milla de dos Gleiwitz. Elie une el pie sangrado en tiras de manta. Los internos que empiecen a fallar se tiran. Elie ora por fuerza para salvar a su padre de la muerte. En un cuartel improvisados, los supervivientes se apilan juntos. Tres días más tarde, viviendo en bocados de nieve, los internos restantes viajan en vagones de ganado abiertas en un viaje en tren de diez días a Buchenwald en Alemania central. Por último, sólo los Wiesels y otras diez personas se aferran a la vida.
En literas de madera, Elie intenta amamantar a su padre de vuelta a la salud. Poco a poco, el moribundo sucumbe a la disentería, desnutrición y un golpeo vicioso. La mente de Elie desliza en semi-delirio. Cuando se despierta, Chlomo se ha ido. Elie teme que fue enviado a los hornos, mientras que aún respiraba. Resistencia estalla en Buchenwald. En abril, las fuerzas estadounidenses liberan el campamento. Elie está tan agotada por la intoxicación alimentaria que mira a sí mismo en un espejo y ve el reflejo de un cadáver.