Notes

El fugitivo escapaba por la laberíntica estación de metro del centro de Nueva York tras cometer una mutilación asesina sobre el ministro de sanidad para que no descubriese la verdad sobre los informes médicos del mes que posiblemente le meterían en muchos problemas.
Pero ese vil asesino no temía ser capturado por sus perseguidores: dos policías intercomunicados vía red telefónica pero lo que no sabía era que esos mismos policías le habían colocado un detector en el bolsillo lateral derecho de su gabardina, por lo que no fue capaz de escapar y fue llevado a comisaría.
Un rato después el fugitivo se encontraba en una sala de interrogatorios frente a sus captores.
Estos le colocaron una ligera pulsera metálica que posteriormente fueconectada a un detector de mentiras ybmientras los oficiales le hacían preguntas tipo test y este las respondía el aparato dibujaba una línea que indicaba que el sujeto decía la verdad.
Se descubrió que el asesino no quería que los informes se hicieran públicos ya que contenían datos falsos que implicaban que dicjo sujeto asesino y encarcelado se beneficiara.