Notes

❝Si me enamoré de ti fue debido a la ironía, porque vas en contra de mis principios, los que consideraba inquebrantables hasta ante la misma muerte. Pero no, llegaste a desempolvar la inocencia que habitaba en mi, restregando tu sonrisa aperlada y torcida. Sabes, en ocasiones pienso que nunca exististe en mi tiempo, que naciste y te esfumaste como regalo de la vida hacia este hombre cuando mas necesitado estaba. Podrá atraparme la melancolía, como aquél que visita su hogar y encuentra su primer juguete de la niñez. He comenzado a extrañarte, pero debo dejar de hacerlo. Vivir para sonreír y sonreír para resistir. Porque como tu habrá mas labios que me den la llave de múltiples infiernos. Aunque esté acostumbrado al tuyo, cálido y asombroso, debo recorrerlos todos, todos los infiernos que el amor me permita conocer. Lo fatalista nunca pasará de moda para mi, como nuestro fatal encuentro, o mejor aún, las malditas formas en las que sutilmente nos decíamos querernos mientras solo nos dolíamos.❞
❝Eras la persona que me hacía flaquear las piernas. Me demostraste que la taquicardia se podía sentir diario y no morir, que las ojeras salen por exceso de amor y muchas pláticas nocturnas, que se puede dormir pensando en alguien y por la mañana ese pensamiento seguirá intacto, que la luna siempre es bonita, pero si se ve enamorado se ve mejor. Eras la persona que me demostró que el amor cura y que no hay nada que no se solucione con unos besos y un abrazo. Y fue contigo que entendí, que, a veces, las mejores historias se escriben por separado y que los finales felices existen aun cuando tú y yo ya no estemos juntos.❞
“Lo único que me gusta de pelear contigo es tu manera de arreglar las cosas. En la cama, callando mis reproches, sin excusas ni derroches, entre las sabanas y las sombras; mis uñas arañando tu espalda, mis dedos reconociendo tu piel, tu pecho contra el mio y tu respiración en mi oído. Ser de ti y tú de mí; entregarte mis años y mis labios, calmar tus miedos, tus ansías y tus ganas.”
❝Te acostumbrarás. Te acostumbrarás a mi voz, a mis expresiones, a mis cambios de humor, a mis miedos. Poco a poco te irás dando cuenta de las pocas cosas que te gustan de mí y de las miles que odias. Odiarás mi forma de pensar, de expresarme, de andar. No aguantarás leer mis mensajes, ni escucharme hablar durante horas. Tampoco te gustará mi forma de afrontar los problemas, ni mi manera de plantearlos. Odiarás tantas cosas de mí que ni siquiera sabrás ver las buenas. Olvidarás esa sonrisa que tanto te gustaba, esas palabras, esas miradas. No te acordarás de mi apoyo y ayuda, y menos aún de como y cuando nos conocimos. Dirás adiós a esas noches en las que con una copa o dos ya no podía dejar de hablar. Hablaba y reía. Tú reías conmigo. Olvidarás hasta mi teléfono. Olvidarás mi dirección. Olvidarás el olor de mi ropa. Olvidarás mi olor, mi calor, mi risa. Olvidarás cada milímetro de mi casa. Cada segundo de nuestra historia.❞