Notes

Sobre ser madre a tiempo parcial


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Cuando un padre se divorcia y se muda, nadie dice que sea peor que Hitler. Eso es lo que me pasó. Estaba recibiendo amenazas de muerte. Yo era basura humana. La propia Barbara Walters me preguntó cómo era para mis hijos saber que su madre no los amaba ni los quería.

Esto es lo que pasó: en 2001, dejé a mi marido y a mis dos hijos pequeños, de cinco y tres años, para ir a Japón durante seis meses a investigar sobre la bomba atómica. Mi matrimonio no sobrevivió. El año pasado escribí un ensayo al respecto y cómo tuve que reconcebir mi maternidad después de nuestro divorcio. En su apogeo, mi correo de odio llegaba cada treinta segundos. Me anunciaron en la televisión como "La mujer elige la carrera antes que los niños".

La rabia por mi historia no entendió el punto: no había dejado a mis hijos. Cuando su padre y yo nos separamos, permanecieron en la casa donde vivían, con el padre que tenía el auto y el trabajo estable y el limpiador de la casa, y donde vivía su tía abajo. No me había marchado hacia el atardecer para beber piña coladas. Vivía en un apartamento a poca distancia a pie. Y durante el primer año, para ayudarlos a aclimatarse, pasé tardes y noches alternas con mis hijos en su casa y luego los metí en la cama.


Sí, le di a mi marido la custodia física. Me mudé calle abajo. Pero Barbara, siempre me han encantado. https://lenceriacolombianahoy.wordpress.com/ que no los quería. Lo que dije fue: nunca quise ser madre.

La gente me ha dicho que mis hijos acabarán siendo asesinos porque dije que nunca quise ser madre. Otros insistieron oscuramente en que sólo fui "creado para crear". Hubo mujeres que dijeron que mi crimen no era que no quisiera ser madre – muchas mujeres no – mi crimen fue admitirlo.

¿Qué clase de madre les miente a sus hijos? Mis hijos entienden lo que digo y aprecian la verdad. Tenía miedo de ser el ama de casa de tiempo completo de los años 50 que era mi propia madre. Mis únicos modelos requerían perder mi identidad y poner a los demás en primer lugar. Lo que estoy modelando para mis propios hijos es cómo afrontar tus miedos y probar algo, y cómo cambiarlo si es necesario, en lugar de rendirme. Eso es lo que hice con mi paternidad. Cambié los roles de género y lo reconcebí como un gran padre divorciado.

A pesar de las terribles advertencias de que he dejado cicatrices a mis hijos de por vida, han tenido un año excelente. Mi hijo de 13 años entró en el equipo de baloncesto y fue aceptado en su escuela secundaria de primera elección. Su hermano mayor tiene dos espectáculos de danza por delante y le va bien en la escuela.

Todavía vienen a mi casa tres veces por semana, directamente desde la escuela y se quedan hasta la hora de acostarse. Es una velada muy de los años 50; incluso aburrido. Hacemos los deberes, cocinamos, jugamos juegos – sin TV. Y durante la cena hablamos de nuestros días, las noticias, las chicas y cómo es ser adolescente.

Mis hijos también aprendieron mucho de la cobertura de los medios. Aprendieron sobre el alarmismo y el valor del shock, y que no puedes confiar en todo lo que ves en las noticias. La madre de la que me acusaron era muy diferente a la amorosa madre sentada a su lado. Y el hecho de que sepa quién soy y no me importe realmente lo que otras personas digan sobre mí les ayuda a afrontar su propia adolescencia.

Una buena madre no es una mujer conectada hormonalmente para arrullar a los bebés, ni una mujer que encuentra una gran satisfacción limpiando la comida para bebés salpicada de las patas de la mesa y del cabello. No tiene por qué estar casada con el buen padre; ella no tiene que vivir en la misma casa.

El otro día, mi hijo mayor me dijo que su vida era más rica ahora que su padre y yo estamos divorciados. No se trata sólo de que haya menos peleas, aunque eso es una ventaja. Le gusta tener dos hogares tan distintos; le gusta su madrastra, mi pareja y todos nuestros amigos. Alterna sus Acción de Gracias con bailarines de Broadway en una casa y médicos que han dado discursos con Obama en la otra, y desde Navidad, también tiene una nueva hermanita.

Es una buena vida, difícilmente indignarse. Y ellos lo saben. "Piensa en todos los que no sabría si hubieras permanecido juntos", dijo, "y en todas las cosas que nunca habría tenido la oportunidad de estar"



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