Notes

Las noches eran frías en noviembre; las recuerdo a la perfección.
Venías a descansar a mi lado, a tratar de dormir.
Extraño tu calor, extraño tu perfume; ese, de especial olor a lavanda.
Reías conmigo, jugabas. Tus besos me sabían siempre a menta.
Aprendí tantas cosas, que dejé atrás cuando te fuiste.
Dije: ‘El mundo empieza y acaba contigo, con tus sonrisas y tus caricias’
¿Qué nos pasó? ¿Nos perdimos en el sentimiento?
Ahora sigo recostado en aquella cama, en la cual me dejaste llorando.
La almohada aún tiene tu perfume.
El cielo sigue recordándome que noviembre ya se fue.
Las memorias siguen presentes, las heridas abiertas, el corazón expuesto.
Prometiste quedarte y sé que jamás volveré a tenerte.
Pero te digo; los días pasan y yo ya no soy el mismo.
El tiempo vuela y aún estoy vivo, lo sé.
Respiro, soy fuerte. Te lo prometí.
Las noches eran frías en noviembre; lo recuerdo a la perfección.
Tus suéteres están regados en el piso, aún reconozco mi favorito.
Esa cadena que me diste, da vueltas, tintineando en mi cuello.
Esas flores, marchitas, siguen adornando mi sala.
Las noches eran frías en noviembre; lo recuerdo a la perfección.
Es mi cumpleaños, estoy seguro que la torta de chocolate te habría encantado.
Mi rostro ha cambiado, me veo más feliz.
Aún recuerdo que odiabas las fotos robadas, ¿Será así aún?
Hoy te vi caminando, parecías mejor que yo.
No me reconociste. Me dolió.
Las noches eran frías en noviembre; las recuerdo a la perfección.
Salí con mis amigos, reí con ellos, tomé un poco, tal vez demás.
¿Recuerdas a Daniel? Me besó, y me resultó especialmente delicioso.
Reemplacé la menta por la vainilla, ¿Te molesta?
Llamaste, y contesté. Dijiste que me extrañabas. Me pregunté por qué.
Eran las 5 de la mañana. Murmuraste que me amabas.
Lloré, como siempre. Lloré demasiado.
Las noches eran frías en noviembre; las recuerdo a la perfección.
Martes. Las flores, ya no estaban.
Había perdido la cadena en aquella fiesta.
La cama yacía ordenada y limpia.
Y reí, volví a reír con fuerza.
El sol nunca había brillado más fuerte.
Y así descubrí que las noches frías de Noviembre, no me importaban más.
Ya no me importaban.
Ya no me importabas.
Y allí.
Tú.
Dejaste de existir.