Notes

La estatua conmemora a los amantes de la guerra separados durante 60 años


Los prisioneros de guerra italianos y los trabajadores forzados ucranianos fueron separados tras enamorarse durante la Segunda Guerra Mundial


Puede pasar a ser una de las aventuras amorosas más largas de la historia – y ciertamente una con los comienzos más desfavorables, comenzando como lo hizo en un campo de concentración hace más de 70 años en Austria.

Fue allí donde Luigi Pedutto conoció a Mokryna Yurzuk. Él era un prisionero de guerra italiano, ella era una trabajadora forzada ucraniana con una hija pequeña nacida en el campo nazi cerca de la ciudad de Sankt Pölten, al noreste de Austria. Ella le trajo comida, él le cosió sombreros y ropa para impresionarla a cambio. Se enamoraron, pero cuando el campo fue liberado en 1945, Yurzuk fue enviado de regreso a Ucrania. A Pedutto no se le permitió unirse a ella.

Pasaron décadas. Pedutto trabajó como financiero en Italia y Yurzuk como agricultor colectivo en Ucrania. Ambos se casaron y tuvieron hijos, pero nunca olvidaron su amor en tiempos de guerra. Finalmente los dos se reunieron en 2004, gracias a un programa de televisión en Moscú. Ahora la pareja tiene su propia estatua en la capital ucraniana, Kiev, en un parque cerca del llamado "puente de los amantes", un destino popular para que la gente se confiese su amor.

Después de inaugurar el monumento, Pedutto no pudo evitar llorar. "Cuando tenía nueve años, mi maestra me dijo: recuerda, por todos los momentos difíciles de tu vida, algún día serás recompensado", dijo. "Siento que me han recompensado por todo lo que soporté". Mientras hablaba, los transeúntes ofrecieron buenos deseos y las mujeres le pidieron que les diera un beso "por suerte en el amor".

Yurzuk estaba demasiado débil para viajar a Kiev para la ceremonia, pero sus familiares en el evento dijeron que estaba feliz de que su amor se convirtiera en un símbolo para otras parejas. La nieta de Yurzuk, Galyna Yemeliyanova, dijo que su abuela a menudo volvía a contar su historia de amor, pero nunca soñaba con volver a encontrarse con su novio italiano.

Al no poder viajar a la URSS, con el país cortado por el telón de acero, Pedutto conservó la fotografía de Yurzuk y un pequeño medallón con un mechón de pelo. Finalmente se atrevió a dar un paso y escribió una carta al programa de televisión internacional Wait for Me, que ayuda a quienes han sido separados a encontrarse. Funcionó. "La busqué durante 62 años y por fin la encontré", dijo Pedutto.

Acompañantes colombia visitó Pedutto en Italia e incluso fue nombrado ciudadano honorario de su ciudad natal, Castel San Lorenzo en Salerno. Pero ella no aceptó su propuesta de matrimonio, a pesar de que ambos enviudaron. "Cuando le propuse matrimonio, ella simplemente se rió", dijo Pedutto.

"Se encontraron demasiado tarde", dijo Yemeliyanova. "Ambos tienen hijos, nietos y no quieren viajar a tierra extranjera".

Entonces su relación permanece en la etapa de noviazgo. Pedutto trae aceite de oliva casero Yurzuk y parmesano para preparar sus espaguetis italianos. Él también la ayuda con las tareas del hogar, tal como lo hizo hace tantos años en Austria.


Él es hablador y romántico, mientras que ella es reservada y con los pies en la tierra. Hablan en una extraña mezcla de ucraniano, italiano y ruso, pero normalmente se entienden sin palabras. Yurzuk está esperando que Pedutto vuelva a visitarlo en agosto, cuando los dos planean ir juntos a Kiev para ver el monumento inmortalizando su amor.

Todavía no ha perdido la esperanza de convencerla de que se case, afirmó Maria Shevchenko, productora ucraniana de Wait for Me, que sigue la historia de la pareja desde hace años.

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