Notes

El cielo perdió su brillo y el mundo color mientras que el pintor sus acuarelas gastó. La melodía que solía escucharse fuerte y afinada se fue desgastando mientras que los oyentes fueron quedando sordos. Las telas se desgastaron y las sonrisas empezaron a ser forzadas porque todo comenzó a distorsionarse y, lentamente, las teorías fueron perdiendo el sentido. La dulzura fue empalagando cada paladar que la probase. El trama se convirtió en un cliché a la vez que el telón bajó anunciando que la función había concluido; todo comienzo fue arrastrado a la fuerza con sus recuerdos empuñados en sus manos al pozo del fin sin ser avisados, incapaces de articular reproche alguno y cabizbajos aceptaron lo innegable, resignándose a pasar de ser un "soy" a un "fui". La tristeza se esparció por el pecho del más fuerte y las lágrimas se difundieron por los ojos del más feliz; no había excepción. Nadie se salvaba de la impotencia de ser arrojados al final de la carretera en la que habían encontrado lo que los hacía felices y querer existir. No obstante, la esperanza vivía en el fondo de cada uno: la esperanza de ser recordados para aún muriendo en físico poder vivir en el ser de alguien. Ser inmolado y glorioso en espíritu.