Notes

A veces el amor no es suficiente. A veces es asimétrico, es decir, va en un sentido pero no vuelve de la misma forma. Y entonces sentimos que la relación se desgasta más rápidamente. O no. Tal vez nos acostumbramos a un amor asimétrico, desparejo, incompleto. Y con eso vamos formando nuestros propios ideales de amor. Y nuestro amor ideal, al final resulta que no es el ideal.

Iba caminando rápidamente por la vereda, como siempre que salía de noche. Nunca le gustaron las calles poco iluminadas. Caminaba envuelta en sus propios pensamientos. Hasta que sin querer se tropieza con una pequeña piedra, siente un poco de vergüenza y mira para todos lados, para ver que nadie la estuviera mirando. Entonces lo ve. Y en ese preciso instante, él también la mira y le sonríe. Al principio no reconoció a ese hombre sonriente que la miraba fijo. Le parecía familiar, como aquellas melodías que suenan en la radio y uno siempre cree haberlas escuchado antes, pero no podía identificar aquellos ojos claros que no parecían haberla olvidado. Con cierta desconfianza se fue acercando, tratando de encontrar en su mente una cara que coincidiera con esos rasgos particulares. Nada. Era como si esa mirada le hubiera quitado todos los pensamientos. Una extraña sensación le invadió el cuerpo, pero trató de sonreír. Le salió una sonrisa media torcida, que más que simpatía expresaba incredulidad. No podía ser que ése fuera Claudio. Qué cambiado que estaba! Pero qué guapo a pesar de los años! Sí, era él, su mirada era la misma, con la misma fuerza y simpatía que entonces.