Notes

Extraño tu ternura, tu forma de mirarme y casi entendiendo tus palabras mudas. Extraño tu sonrisa al despedirme, tu beso de buenos días, que te trae hasta mi escritorio, y me hace latir el corazón. Tengo miedo de no verte más, de que el destino nos separe, aunque eso sea lo mejor para mí. Estoy haciendo dieta lo más que puedo para que el primer día me veas deslumbrante y te empiece a gustar, quiero que me mires como mujer y me desees. Pero no sé si eso va a pasar, no quiero que sea forzado, quiero que salga de él, que lo quiera y no que se aproveche de mí, no me quiero regalar, aunque lo deseo con locura....
No puedo dejar de pensar en vos, sólo de a ratos te puedo sacar de mi mente, ya ni me puedo concentrar en el sexo si no es por vos. Tengo miedo que mi medio limón se dé cuenta que estoy pensando en otro, que estoy deseando a otro, que él ya no me despierta ni ternura y mucho menos deseo. Pero si sigo así, tendré que blanquear que ya no siento nada por él, y que le mentí durante mucho tiempo. Creo que va a ser muy doloroso para ambos descubrir esa realidad, él no sé si lo podrá soportar y yo lo tendré que remar mucho, y si es sola va a ser muy difícil. Hay mucho cariño, afecto, sinceridad, pero él no es del todo sincero conmigo, tal vez no lo hace conscientemente, pero me oculta cosas, así como yo le oculto cosas a él, pero diferentes cosas.

Tu ternura, tu amabilidad, tu caballerosidad sin límites, sabés cómo hacer sentir especial a una mujer, y sabés cómo lograr lo que quieras de mí. Y sin embargo, no te animás a dar ese paso, o a lo mejor no te interesa. Esto último me dolería mucho. Quiero ser tuya, completamente tuya, y que seas mío, y casi diría que te quiero sólo para mí. Quiero ser la única que te haga sentir un hombre, que te haga sentir deseado, que te haga disfrutar. A veces siento que mirás más a Carla porque ella es más atractiva, divertida, interesante, joven, etc, pero creo que yo te entiendo más, tu situación familiar, personal, un montón de cosas que tenemos en común, y que creo que no las comentamos pero que están, que hacen que nos entendamos casi sin hablarnos. Siento que tarde o temprano vamos a encontrar esta realidad. Pero me cuesta mucho esperar que eso suceda, quiero que sea ya. Pero me parece que vos no estás en la misma onda, que todavía te falta para verlo. No sé si te voy a poder esperar.
No puedo parar de escribir. Es que te extraño demasiado. Me imagino que me vas a decir que vos también me extrañás, que te diste cuenta que no podés vivir sin mí. Pero muy probablemente eso no suceda. Sólo son mis ilusiones, mis deseos, mis fantasías. Pero sé que si te decidieras no podría decirte que no, pero al mismo tiempo no muero de miedo. Miedo a que me mires de verdad, a que te la juegues por mí. No sé si podría iniciar con vos alguna relación y sobrevivir dignamente.

Qué difícil se me hace vivir sin vos, sin verte, sin hablarte. No saber qué te pasa, si me necesitás o me ignorás. me invade una gran tristeza, un sentimiento de desamparo y desprotección. Hoy me di cuenta que mi enamoramiento es pasajero, que es algo que va a pasar en algún momento, porque aunque pudiera, no deseo vivir con vos, no deseo compartir toda mi vida, mi casa, mis espacios, más bien quiero competencia, desafío, deseo, explosión, y ternura, pero no rutina, no quiero compartir el día a día, más de lo que ya lo hago en el trabajo. Es difícil de entender hasta para mí, porque supongo que si me insistís, podría llegar a acceder a convivir con vos, aunque después me arrepienta.
Te deseo con locura, pero te pediría sinceridad a cambio de mi entrega.
Estoy ensayando cómo decirle sí pero no, como rechazarlo con altura, con dignidad y con sinceridad. Cómo expresar lo que siento y al mismo tiempo hacerle entender que no es posible. Pero no sé si lo lograré.
Me imagino miles de situaciones, pero lo más probable es que no me diga nada...
Extraño tu dulzura, no veo la hoa de volver a la oficina.
Quiero que sea miércoles. No puedo esperar más, quiero volver a verlo, volver a escuchar su risa y su bronca, su persecución de las moscas, sus uñas siempre bien cortadas. Quiero saber si él me ama, o si no, pero estoy segura que no me animaría a preguntar solamente para que no piense mal de mí.
Volví a la oficina, y todo volvió a ser como antes, ninguna señal de que me haya extrañado. Pero mañana tenemos reunion en Hurlingham y tenemos una oportunidad de hablar, de estar solos fuera de la oficina. Si ahí no me dice nada, yo creo que debería ir buscando otra cosa. O tal vez él necesite tiempo para decirme lo que siente, o necesite una ayudita. No sé qué hacer, se hace difícil esperar. Porque a veces es tan dulce y considerado conmigo que no sé si me quiere decir algo más.