Notes

Tengo muy claro que por Julio no siento amor, y aún así no voy a dejarlo. Por él, y también por mí, y porque me da miedo lo que pueda ser capaz cuando sienta que me pierde. Estuve buscando nuevamente casa por Ciudad Jardín. Creo que lo mejor sería mudarme.
Y sí, volví a mi cuaderno. Como volví a Pablo. Ayer me dijo que se enojó conmigo por no avisarle que andaba la máquina de café. "Medina, todo mal con ud.!!", y yo se lo posteé en twitter. Pero se le pasa rápidamente. No sé si Mike me volverá a escribir. Lo espero. Pero no se lo pienso decir. Ni siquiera insinuar. Y que piense lo que quiera de lo que escribo. No voy a dejar de escribir por el. Simplemente dejaré de publicar. Porque tampoco tendría su apoyo para eso.
Cada día que pasa me siento más aliviada de no hablar más con Mike. Ese tema me tenía muy mal. Ahora me cuesta escribir, pero sé que saldré adelante. De a poquito voy a ir recuperando las letras, esas letras que me duelen tanto, como si él me las hubiera roto. Pero, igual que el corazón, se va a ir curando de a poco. Ya escribí un cuento, un caso dolorosamente verídico. Aunque creo que le falta refinar algunas frases, es algo. Aunque creo que van a pasar muchos meses hasta que vuelva a sentirme conforme con lo que escribo.
Sé que ahora no tengo un editor, pero como no tengo mucha intención de escribir demasiado, tampoco me preocupa. Pero si pienso continuar la novela, o comenzar otra con otra historia, voy a necesitar un editor. Pero bueno, así como apareció Mike, casi de la nada, puede aparecer alguien más. Puedo encontrar un taller literario, y tal vez, además de aprender lo que me falta, encuentre a un editor que me apoye.
Y alguna editorial, que no sea Colihue.