Notes

Hoy tuve un sueño extraño: estaba en la casa de mis padres, me regalaban zapatillas y sandalias, y yo en lugar de ponerme contenta, decía que ese tipo de zapatillas no me servía y me ponía a llorar.
Además, me di cuenta de las cosas que me gustaría hacer si no estuviera con Julio, como comprarme el tipo de zapatillas que me gusta.
El viernes hubo un error de Pablo en medio de una reunión, que dejó entrever como si él y yo hubiéramos estado juntos de noche, y me hizo pensar mucho eso.
Además, me pongo muy celosa con Carla, cada vez que los veo juntos, y además, encontré que a Pablo le divierte mucho hacerme la contra y lograr que me enoje/ofenda. Y creo que eso es precisamente lo que me enamora. Todo lo demás lo hace admirable, pero que me haya encontrado el punto justo para tocar las fibras más íntimas de mi alma, me tiene completamente perdida.
Amo cada día más a ese hombre que me ignora. Que puede mirarme a los ojos directamente, darme un montón de instrucciones laborales, darse media vuelta y ni siquiera sonreir. Pero cuando quiere me escanea y me da vuelta el mundo.
Creo que no podré sobrevivir en Gefco, no trabajando con él. Con ese hombre que me provoca hasta hacerme enojar, ofender, y divertirse con ello.
Las chicas no pueden entender cómo se volvieron a amigar Matías y Germán, después de la discusión fuerte que tuvieron.
Descubrí que me gusta que me atienda en todo, porque soy vaga, egocéntrica, egoísta, quiero que todo el mundo esté pendiente de mí, por eso tampoco quiero tener hijos, porque tendría que prestar atención a alguien más y no quiero pasar a eso. También me pasó de hablarlo con Julio y entender que él no quiere planificarlo, y eso no lo soporto, yo necesito planificarlo, pensar qué hacer con mi trabajo, no quiero quedarme sin plata con un hijo, 3 bocas que alimentar con un sueldo de docente.