Notes

Juan el Payaso
Autor: PKMN Goromoiz
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En el capitulo anterior...
Una vez en el mar con ese barcucho, unos grandes chorros de agua caliente hirviendo, eran geisers. Después de que uno destruyera el barcucho, un gran tentáculo los ''secuestró'' y se los llevó bajo una cueva submarina. Entonces, supieron que ese tentáculo era el Kraken. A Sir Ulrich le espachurró (un poquito), los 5 soldados se mearon encima y se desmayaron, mientras que a Lealusfielus le dió un ataque de epilepsia. El rey Josefino de Corazón se meó encima de la boca del Kraken (sin querer), cosa que se mareó y cayó al profundo mar. Encontraron un gran barco pirata, que gracias a la hipótesis de Lealusfielus Tonticus, consiguieron llegar hasta las Clacinantes Arenas.
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Capitulo 8: Las Calcinantes Arenas.

Una vez ahí, Sir Ulrich caminó hacia adelante, que cosa que conocía cualquier rincón de todos los imperios (excepto algunos). Llegaron en una Torre del Desierto, cosa que era para atacarles. Después de una larga batalla de 7 (siete porque Lealusfielus no sabía luchar) contra 100, lograron escapar. Con ese sol que ''les estaba cocinando vivos'' se desmayaron.

Un rato después... (5 minutos).

Nuestros héroes se despertaron dentro de una casa. Era uno de los habitantes del desierto, que tenían su poblado reparado.

-Hola señores... Os desmayasteis en el desierto, pero tuvisteis suerte de que os encontráramos, porque si aquí la gente se desmaya, no durá ni 10 minutos...

-Gracias por salvarnos la vida, señor de los desiertos.

-De nada... Pero como que nuestras unidades están luchando contra las Torres del Desierto, un payaso se infiltró en unestro pueblo y empezó a saquearlo todo. Hasta que se llevó nuestro preciado aceite de oliva (y era virgen extra).

-¡Oh no!-exclamó un soldado-. ¡¡¡VIRGEN EXTRA NOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

-Nosotros cogeremos a ese payaso y os traeremos de vuelta vuestro aceite de oliva-aseguró Sir Ulrich.

-Emmm... Virgen extra...

-Sí, ¡será nuestro regalo después de que nos salvaseis la vida!-dijo Lealusfielus.

-Pero también nos direis por donde se ha escapado, por supuesto...-dijo el rey.

El habitante del poblado, que se llamaba Excrementicus, les dijo que se Juan el Payaso se encontraba al norte de donde estaban. Eso significaba que estaba saliendo hacia el Gran Imperio. Después de unas cuantas horas montados en caballo, encontráron al payaso de Juan, que estaba tirado al suelo, con aceite de oliva virgen extra al suelo. Entonces, Juan se levantó, pero Josefino se lanzó sobre él, immovilizandolo, cosa que Sir Ulrich cogió el aceite de oliva y le lo devolvió al Excrementicus, ése. Pero Juan se tiró un pedo tan apestoso y grande, que hizo que el gordo del rey se cayera al suelo, dándole ventaja a Juan y que escapara, pero antes dijo: ''¡Nos vemos en las Cumbres de Fuego, viejorros! ¡¡¡JIA JIA JIAAAAAAAAAAAA!!!''

-¿Por qué se mete con los viejos?-preguntó Sir Ulrich (que este solamente tenía 38 años y se consideraba viejo).

-No importa, ahora tenemos que irnos a las Cumbres de Fuego-. Dijo el rey, con voz heróica.

Continuará...