Notes

No estamos despojamos de manera desigual con la mirada fija a una contienda próxima, no incrustamos nuestras suelas posteriores a una lucha inconsolable por nuestras viseras. Una incrustación endeble en contra de aquellas armas obsequiadas por terceros, no estamos postrados sobre aquel suelo que hemos recorridos para corromper cada una de las cruzadas de las cuales nos a tocado sobreponernos, no vengo a soltarte mendacidades, patrañas o falsedades, no anhelo que me entiendas, mucho menos que puedas comprender la situación en la cual nos encontramos, no ansío que despliegues tus brazos por sobre mi torso, aún menos espero un misero movimiento, solo mantengo aquel afán convaleciente a que no me oigas, sino que escuches.
Cansada, exhausta, fastidiada de descender una y otra vez sobre lo reiterativo, desmoronarnos ante lo redundante, mis pasos se vuelven frágiles, mis caídas desgarradoras, las yemas de tus dedos arden sobre mi piel, tus morros se vuelven gélidos en lo deplorable, avanzamos sin percatarnos de que solo retrocedemos. Ya no sé como quitar mis rodillas de la tierra, ni mis manos del suelo, mis parpados quebradizos, mi resistencia se ha vuelto nula, mis pensamientos me han abandonado, y mis fuerza nunca han existido, me convertiste en un soporte escaso de lo indispensable, me sujetaste antes de desvanecerme, pero ahora, eres tu quien esta soltando mi mano.