Notes

Fiorëlla Jaffe.- Hasta hace unos segundos me acabo de percatar de un detalle importante con relación a su nombre, he de haber estado muy ajeno a todo como para no haberlo notado desde un principio, con esto puedo comprobar cuan distraído me encontré durante este último año. Le conozco de hace ya un tiempo aunque para ser honesto, ignoraba su existencia más allá los escritos que suele redactar. Al igual que en contadas personas, fue lo que me llevó a leerle con frecuencia, esa capacidad de crear historias que te consumen por completo, que tanto te hacen empatizar como te ayudan a pasar un rato entretenido, textos que sin importar su extensión cautivan. Nunca tuve la iniciativa de tratarle, tal vez porque nunca llegué con dicha intención a este lugar, sin dejar a un lado el hecho de ya contar con la amistad de cierta persona que hacía muy agradable mi estadía en este sitio. Si mal no recuerdo, un día como cualquiera me habló de la nada y se volvió común el conversar de vez en cuando, sin embargo dicha comunicación se evitó por un tiempo, seguramente por decisión mía. Tiempo después volvimos a retomarla, y con ello me di a la tarea de analizarle. Sabe con toda certeza el motivo que me lleva a querer aprender de las personas, por qué razón en ocasiones las admiro o las repudio, y es probable que pese a saber qué tiendo a opinar del resto, no se hace a la idea de cómo le percibo. He visto como muchos la tratan de débil, como si fuese un objeto de porcelana fragmentado, a un roce de hacerse polvo, cuan equivocados se encuentran al aferrarse a dicha imagen. Es fuerte, inteligente y valiente, no se deja vencer por los obstáculos y mucho menos permite que otros se aprovechen de sus malos ratos para así pasarle por encima, en sí procura que no haya manera de que alguien desee poner un pie encima de sus sueños, su persona, su dignidad. Resulta gracioso como su apariencia hace una impresionante finta, llevando a muchos a creer la posibilidad de poderse aprovechar, advertidos deben de estar, porque esta mujer de tonta e ingenua no tiene ni un pelo. Malas pasadas de aquellas que roban lágrimas por montones tiene, como todos, y es admirable como utiliza su habilidad y pasión por la escritura para dar a conocer su historia, y para encontrar en ello la manera de superarlo. A lo largo de mi vida he aprendido muchas cosas de las personas que he conocido, de las que en la lejanía he visto y de las que he tenido la oportunidad de tratar, y puedo asegurar que es la señorita Jaffe como persona un caso realmente memorable.