Notes

PARTE VIII

Y no me debes ninguna disculpa, mi bebé. Es algo que necesitaba tiempo, y ahora comprendo por qué. No te disculpes, no tienes que hacerlo, estoy tan agradecido que no interesa cuándo fue la fecha y la hora en la que me entregaste este hermoso regalo, eso es lo de menos. ¿No fue algo genial dices? Fue el mejor regalo que alguien pudo haberle hecho a su pareja, príncipe, no lo dudes, es lo mejor, me has hecho el día, bueno, el día, la semana, el mes, el año, prácticamente todo. ¿Que me merezco más que esto? ¿Merezco más que el mejor regalo del mundo? No lo creo, no puede haber mejor regalo que el que me hiciste, Kén. Y no, no es “una cuenta de respuestas”, es nuestra cuenta de respuestas, nuestra y sólo nuestra, y es la mejor. Y creo que está más que claro el si me gustó o no, pero lo dejaré en claro, me ha encantado y es el mejor regalo del mundo, y no, no exagero, es el mejor. Y es que no sé lo que pedirte concretamente, cualquier cosa que venga de ti me fascinará, mi rey. Esto es muchísimo más de lo que me esperaba, damasiado. Y está perfecto, no tiene errores, es bellísimo. ¿Algo mucho mejor que esto? No lo dudo, está claro que tienes una maravillosa creatividad y sabes crear cosas hermosas, sé que para Junio me harás sonreír como con esta sorpresa o aún más, sé que lo hará, estoy seguro. El que se siente afortunado por tener a una maravilla de persona como pareja soy yo, Kénan, estoy más que feliz por poder al fin gritarle al mundo lo que somos.
Y el poema, volvemos a poema, me encanta, ya lo he dicho, estoy enamorado, es hermoso.
Te amo, bebé, te amo con toda mi vida.