Notes

PARTE III

Y te comprendo tanto cuando hablas sobre las personas que intentaron entrar en tu vida pero se fueron, estás describiendo mi vida, Kén, ambos hemos pasado por dichos momentos y sabemos lo difícil y feo que es eso. Me sigue sorprendiendo las semejanzas que tenemos, ¿no te llega a extrañar todas las similitudes que solemos tener? Tuvimos tanta mala suerte en el amor hasta ahora. Siento que contigo me he ganado todo, porque lo he hecho, bebé, el que llegases a mí cambió mi vida completamente, soy totalmente sincero y te confieso que llegué aquí sin ganas de volver a enamorarme por miedo a que ocurriese nuevamente, estaba tan cansado de “fracasar en el amor” que no tenía ánimo de volver a pasar por lo mismo, pero al verte, no lo sé, no sé qué fue lo que pasó esa noche, fue todo tan raro y hermoso a la vez, creí que sería cosa de una sola vez, creí que no volveríamos a hablar, ¿sabes? Que pasaría como cuando conoces a alguien pero jamás vuelven a charlar, no quería que eso sucediera con nosotros, pero tal vez podría ser una nueva oportunidad, y sí, no me equivocaba, lo fue, lo es, siento que el seguir hablándonos fue lo mejor que pudimos hacer. Tiempo después, al tener un poco más de confianza me confesaste que habías pasado por momentos difíciles en el amor y fue como encontrar a ese alguien que llevas buscando años, ¿dónde estabas, Kén? ¿Dónde demonios estuviste todo este tiempo? Sólo puedo dar gracias a ese día, dar las gracias al poder haberte encontrado y darle las gracias a ese poquito de confianza que nació en mí ese día y que hizo que me diese una nueva oportunidad en todo esto, gracias a todo eso estamos aquí y gracias a que tú aceptaste de igual forma.
Y estoy muy feliz de que la persona que me salvó hayas sido tú, mi Kén, estoy tan agradecido por haberme dejado entrar a tu vida, tan agradecido de que me hayas ayudado a salir de todo esto, pensaba y pensaba el cómo podía yo ayudarte a ti, necesitaba y quería hacerlo, quería ayudarte, quería agradecer todo el tiempo que me dedicabas en mejorar mi día aunque tú estuvieses mucho peor, eso es lo que has hecho siempre con todos, y alguien necesitaba hacerlo contigo. Tú siempre arreglabas a la gente, pero, ¿quién te arreglaba a ti? No podía dejar que siguieras así, mi rey.