Notes

Desde hace unos días ya quería escribir sobre ti. Tenía ideas, pero no sabía cómo y tampoco esperaba que fuese algo ordinario. Ya sé, ni siquiera supiste como llegamos hasta aquí, pero aquí estamos. Fuimos todo y ahora somos más que todo y lo digo de la manera más estricta e inocente. Comenzaste siendo mi amigo, ese que me sacaba de todos los problemas por ratos, con tu manera tan graciosa de ser. Descubrí quien eres con el paso del tiempo y sí, tenemos 8 meses conociéndonos y aun no conozco ni la mitad de ti. Me has sorprendido, nos hemos decepcionado el uno del otro, hemos aprendido y seguimos aquí. Quizá no con la misma fuerza de cuando nos conocimos, puesto que durante el camino hubo piedras fueron difíciles de atravesar. Solo te escribo porque a pesar de, fuiste la primera persona externa a mi familia en preocuparse y preguntar si logre salir a salvo de esos temblores. A pesar de, eres quien aparece con una sonrisa, contagias tu buen humor ¡MALDITA SEA! Y te vuelves a marchar. Eres como el airé, haces bien. Eres quien me soporta y aún más que eso; soporta mis estupideces. Probablemente algunas otras personas no me seguirán el juego, pero tú lo haces y admito que he pensado en él por qué. Cuando recuerdo toda esta amistad tan preciosa que hemos tenido a pesar de, me doy cuenta que no existe comparación entre una relación amorosa y una relación de amistad; es más valiosa la amistad. Me has enseñado a que el amor no es suficiente para que ambas personas permanezcan juntas, pero la amistad siempre es más fuerte para soportar cualquier caída. No sé si mañana estarás o no, o quizá yo tampoco estaré. Solo quiero escribirte que agradezco este tiempo que has pasado conmigo, me has apoyado, has reído y llorado conmigo, escuchado, cantando y a veces bailando junto a mí. Si eso no es suficiente para escribirte eso, entonces no sé qué pinche madre hacer ¡Ha!. Te quiero mucho Jonathan y espero nuestra amistad siga más bonita y linda que nunca. Te agradezco todo, amigo.