Notes

Si me hubiesen dicho unos cuántos meses atrás que hoy estaría pisando un altar, soltaría una carcajada enorne y les diría que jamás en la vida lo haría. Jamás me vi en el altar, más por el tema de que mis relaciones siemore eran un asco en todo sentido, bueno, eso hasta que apareció Len y cambió esto.
Con Len nos conocemos fácilmente hace unos, cuatro o cinco años, pero no fue hasta hace un año y unos cuantos meses que cambió todo con una simple pregunta; le dije que si quería ser mi novio de joda, duramos así unos cuantos días hasta que como nena mañosa le pedí mimos. Y cuando fue, apareció todo nervioso, jugando con sus manos preguntando que si sería su novia, fuera de joda. Realmente el camino no ha sido para nada fácil, hemos tenido nuestros momentos donde fuimos más peleas que novios, donde la inseguridad nos carcome como nunca o cuando ya no sabemos que hacer, el tema está en que el otro jamás suelta la mano.
Sinceramente, creo que ese es el tema con Len. Podemos estar muy mal, o sin ganas de nada pero siempre el otro aparece con una fuerza sobrehumana a levantar el ánimo del otro y darse las manos con nuestros miedos, buscando la manera de que desaparezcan. Sé que lo vivido no fue fácil, y que lo que viene tampoco porque ahora tenemos una integrante más en la familia, pero sí sé que mientras tengamos las ganas y el cariño podremos con todo.
No voy a prometer algo para siempre, ni un final feliz como en los cuentos. Pero sí prometo ir disfrutando el día a día a tu lado, Len, darte la mano para que tus miedos no te ganen, empujarte cada vez que quieras rendirte y no encuentres la fuerza, recordarte quién eres, y seguir con los pequeños detalles que ambos sabemos que te fascinan.
Últimamente tenemos la manía de pedir explicaciones por las canciones que nos recuerdan al otro, o guardar cosas que nos recuerde al otro para enviarlas cuando necesite una sonrisa. También, teníamos la costumbre de esperar los sábados en la noche y tener nuestra tarde de películas en donde comentábamos hasta lo más mínimo con tal de pasar un ratito agradable con el otro luego del trabajo.
Prometo seguir enseñandote bandas sin género musical específico como All time low y volverte un gordo fan, o mostrarte las películas que de alguna manera sé que te van a gustar. Prometo también que tendremos muchísimo té en la casa para ambos, junto con nuestras tazas de medio litro pars no levantarnos cada dos segundos, seguir hablandote de ciencias y matemáticas aunque no entiendas nada, y raptarte cada cierto tiempo con Kaleene para irnos a algún museo y observar cada obra de arte aunque me pongs roja cómo tomate porque no me quitas la vista de encima.
Mi amor, sé que pasamos por muchísimas cosas y que faltan muchísimas más cosas por vivir pero, sé que es sólo un anillo y todo el tema, pero ahora sí seremos papas casadas. Puede que siga enamorada de Taehyung, o de tods mi lista de amores platónicos sin embargo, te escogería una y otra vez a ti para lo que me queda de vida; no cambiaría el dormir entre tus brazos, o robarme tus camisetas para cuando ando en casa, incluso amo cuando me cuentas algo que te fascina y te vuelves un nene de cinco años.
Hoy, frente a todos nos volvemos más papas casadas de lo que ya somos. Me vuelvo un poquito más tuya y tú un poquito más mío, amo a ese nene que desde que me conoció cambió el café por el té y no puede ir a dormir sin su taza de té, a ese que odia levantarse temprano y pasa jugando con el anillo cuando anda nervioso.
Mi vida, te amé en lo peor y en lo mejor, te amo ahora y te amaré en un futuro. Me estoy casando con uno de mis amigos más duraderos, llena de miedos pero con una sonrisa en el rostro. Gracias por dejarme vivir esto contigo, Len, es recién el comienzo de uns nueva etapa para los tres.