Notes

La epistemología es el estudio filosófico de la naturaleza, el origen y los límites del conocimiento humano. Aristóteles dijo que la filosofía comienza en una especie de maravilla o perplejidad. Casi todos los seres humanos desean comprender el mundo en el que viven, y muchos de ellos construyen teorías de varios tipos para ayudarlos a darle sentido. Debido a que muchos aspectos del mundo desafían una explicación fácil, sin embargo, es probable que la mayoría de la gente cese sus esfuerzos en algún momento y se contente con el grado de comprensión que haya logrado. Como la mayoría de las personas, los epistemólogos a menudo comienzan sus especulaciones con la suposición de que tienen un gran conocimiento. Sin embargo, cuando reflexionan sobre lo que supuestamente saben, descubren que es mucho menos seguro de lo que creían, y de hecho llegan a pensar que muchas de sus creencias más firmes son dudosas o incluso falsas. Las dudas sobre estas creencias surgen de ciertas anomalías en la experiencia del mundo de las personas.

La ética es la disciplina relacionada con lo que es moralmente bueno y malo, lo correcto y lo incorrecto. Si uno tiene en mente la ética, es claro que la ética podría haber existido solo cuando los seres humanos comenzaron a reflexionar sobre la mejor manera de vivir. Esta etapa reflexiva surgió mucho después de que las sociedades humanas desarrollaran algún tipo de moralidad, generalmente en la forma de estándares consuetudinarios de conducta correcta e incorrecta. El proceso de reflexión tendía a surgir de tales costumbres, incluso si al final puede haberlas encontrado deficientes. Prácticamente todas las sociedades humanas tienen alguna forma de mito para explicar el origen de la moralidad. Por ejemplo, en el Louvre de París, hay una columna babilónica negra con un relieve que muestra al dios del sol Shamash presentando el código de leyes a Hammurabi, conocido como el Código de Hammurabi. El relato de la Biblia hebrea de Yahweh dando los Diez Mandamientos a Moisés en el Monte Sinaí podría ser otro ejemplo. En el diálogo Protágoras de Platón, hay un relato abiertamente mítico de cómo Zeus se compadeció de los desventurados humanos, que físicamente no podían competir con las otras bestias. Para compensar estas deficiencias, Zeus le dio a los humanos un sentido moral y la capacidad para la ley y la justicia, para que pudieran vivir en comunidades más grandes y cooperar entre ellos.