Notes

En esta vida tan efímera, donde el sol se oscurece y la luna brilla en todo su esplendor, donde todo es y deja ser en cual instante;
aquellas personas que están más cerca de nosotros, son las que tienden a estar más lejanas y, aquellas que se encuentran en la lejanía,
son las que se sienten aquí, justo a nuestro lado. Alexander es precisamente todo aquél concepto en mi vida. Es quién aún con las circunstancias
de la vida se ha alejado y a vuelto. El que ha permanecido aún cuando todo se derrumba a mi paso. No puedo decir que cuando le conocí mi
impresión sería esta, no obstante puedo dejar entre ver que cuando lo hice, supe que permanecería ahí. Supe que sería un persona realmente
importante en mi camino. Que sería ese ser que yo esperaba que me guiara o al menos que en pequeños fragmentos de mi vida lo hiciese.
Es un gran amigo, un gran confidente, Alexander en mi vida es mucho más que un amigo que con el paso de los años se marchitará.
Él es ese hermano, no de sangre, pero si de alma que aprecio lo suficiente como para querer que permanezca a mi lado aún cuando el
mundo cae y la nada lo consume. Somos uno, ambos, juntos y eso es lo que más aprecio de su hermosa amistad.
Te quiero, idiota.