Notes

En definitiva estaba volviéndome loco, desde las estocadas que sentía de su parte dentro de mí hasta la manera en la que, sin hacer esfuerzo alguno, su cuerpo me acogía por completo, en ese momento podría decir que a pesar de haber esperado este instante desde hace algunos meses se sentía extremadamente bien, me gustaba sentirlo y saber que estaba convirtiéndome en nada a base de besos y caricias. Nuestros labios se movían con lentitud aún sin dejar de mover mi cadera, dejando que con su mano me empujará hasta sentirlo entrar de nuevo en mí, era la misma presión de hace un rato con la diferencia de que todo se había vuelto más placentero, mis manos terminaron en sus mejillas atrayéndolo más hacia mi boca. No quería separarme, no quería dejar de besarlo y mucho menos quería que este momento acabará. Quería que me hiciera suyo hasta que doliera o hasta que estemos tan cansados como para no dejar la habitación por horas. Deje que mi cadera siguiera moviéndose a cada segundo con más lentitud y suavidad contra él mientras los gemidos salían de mi boca impactando contra sus labios.