Notes

Para mi preciosa Emmita bebé.

Han pasado años, tantos que ya ni siquiera tengo la certeza de que continúes por aquí. El tiempo que pasamos juntos envejece día con día, pero a pesar de ello, el amor que te tengo sigue haciendo mi corazón latir. Sé que seguiste adelante, que continuaste tu vida y que probablemente pienses que soy patético al no poder continuar con la mía, pero créeme que lo intenté miles de veces.
Traté sin descanso poder olvidarte, poder encontrar a alguien más que me hiciera sentir lo que tú lograbas solo con sonreírme, pero mis intentos fueron inútiles y es que muy en el fondo, siempre me negué a superarte. Saboteaba todas mis relaciones con mis supuestas inseguridades para que al final las personas se aburrieran y no le encontraran un futuro a la relación. No me malinterpretes, te veía como el recuerdo más hermoso de mi vida y me esforzaba por seguir, en repetidas ocasiones casi sentía que lo lograría, mas me sentía culpable de hacerlo por el simple hecho de que jamás supe si la última conversación que tuvimos había sido el final de todo.

Sé que tampoco fue fácil para ti, no porque yo significara tu vida entera o algo parecido, sino porque sé que a veces te sentías triste y yo no podía vivir sabiendo que sufrías por algún lugar, porque siempre quise verte feliz, siempre soñé en verte feliz y plena en todo lo que deseabas en tu vida. Tampoco quiero venir a alterar tu existencia si ya estás contenta. En retrospectiva, miro nuestra relación y admito que tuve muchos errores y que terminó debido a mis inseguridades también, sin embargo, quiero que sepas que para mí, estar contigo fue vivir en el mismo cielo (aunque suene cursi), que poder decir que tuve el privilegio de estar a tu lado fue suficiente para hacerme el hombre más feliz que pisó la tierra y que no hace falta (porque ya lo entendí), que yo tenga otra relación, porque para mí, fuiste la mujer de mi vida y nadie más podrá tomar tu lugar nunca, nadie más podrá hacerme tan feliz como tú lo hiciste en su momento y a pesar de que ya culminó, atesoro todos los momentos que tuvimos juntos, el tiempo que me dedicaste, las sonrisas, los abrazos y tus palabras, tus consejos; todo lo que me regalaste por esos preciosos siete meses, todo lo atesoro en lo más profundo de mi corazón.

Estés donde estés, no importa si lees esto o no, quiero que sepas que tú eres la dueña eterna de mi corazón. Espero con toda mi alma que estés feliz, que estés riendo en algún lugar, que estés comiendo bien y que estés saludable. Posiblemente ya estés en la universidad, ojalá todo esté yendo bien para ti en ese aspecto también. Sé feliz por siempre, mi preciosa Emma. Porque no te mereces menos que eso.

Siempre tuyo, Jackson.