Notes

No es fácil decidir qué es lo que realmente buscas en esta vida si jamás te aventuras a descubrirlo. Si jamás te expones a las pruebas o te revelas auténticamente frente aquellos que no te conocen. Sin embargo, hay fallos e inseguridades en nuestras vidas que nos quitan las fuerzas de salir a luchar. Hay miedos que se encargan de debilitarnos con determinación y coraje. Siendo ahí donde comenzamos a toparnos con cosas que nos desarman y muestran como realmente somos. Como más tememos ser vistos. Aquellos que nos retan a saber hasta dónde somos capaces de llegar por lo que sentimos, por ese amor que nos posee, ese miedo que nos desequilibra y ese odio que lentamente nos consume. Somos esclavos de aquellas palabras que dijimos, y dueños de aquellos pensamientos que ocultamos. Amigos de aquellas lágrimas que recorrieron nuestras mejillas sin ser vistas, y enemigos de aquellos defectos que nos hacen imperfectos día tras día. Somos seres llenos de secretos y problemas. Llenos de alegrías y dilemas. Aquellos que evolucionan mediante generaciones y dejan esencias en cada parte de la tierra. Somos sangre y alma del pasado, futuro y presente. Todos somos iguales, sin importar de dónde vengamos qué poseamos. Porque igual nos despierta la vida y nos duerme la muerte. Nos revitaliza el aire, nos persiguen las estaciones y nos consumen los años de sublimidad.