Notes

Cuatro palabras; estoy dentro de ti. <br>
Era nuestra frase, la última de tantas. Bueno, no teníamos muchas frases que nos caracterizaban como pareja pero si habían algunas que mantenían cierto significado y que de una forma u otra nos hacía recordarnos. Estaba dentro de mí, estaba en su corazón. Pude sentir sus brazos entre mi cintura. Muy delicado y despacio se acerco a mi cuerpo. Me voltee, sus ojos ¡oh, sus bellos ojos! Se cruzaron con los míos, no dije nada, nunca decía nada porque me gustaba disfrutar su mirada. Su boca se dirigió hacía mi cuello, su respiración hizo que mi piel se herizara, ya no podía más. Me aparte por un momento pero fue inútil, perdía contra esos ojos. Me abrazó más fuerte de lo que ya lo hacía. No sabía de dónde sacaba tanta fuerza. Sus manos se dirigieron hasta mis caderas (no tenía muy grandes pero igual). Me besó. Pude sentir sus labios húmedos sobre los míos. Fue un beso lento, con amor, con pasión. No sabía que pasaba; es decir, en ese momento donde lo único que tienes en la cabeza son muchas&nbsp; ilusiones con un futuro planeado y un corazón&nbsp; enamorado no sabes lo que pasa, sólo te dejas llevar y no te detienes, y no lo paras...