Notes

No sé qué hice para merecerla y si alguien encuentra esta nota, probablemente llore como yo lo hago ahora, o quizás se rían de mi idiotez. Capaz mis hijos la lean y digan que su viejo era un pelotudo porque bueno, lo era, pero él si sabía conquistar. No sé por qué escribo esto en una computadora y lo escondo. Pero la quería, es inútil decir que no lo hacía para deshacerme de mis sentimientos con represión y sentir repulsión ¿qué es eso? es cualquiera. Yo soy cualquiera. No puedo hacer lo que quiera con ella, para mí no es un puto personaje, no es una marioneta. Es todo lo que me mantuvo vivo, y no es que me fui porque quería, es que quería que fuera feliz con alguien que no fuera yo, necesito de alguna manera disculparme pero sé que es inútil. Ir y volver, ver a la muerte de frente... no es fácil. No es fácil dejarla ir. Dicen que el amor es tan fácil de conseguirlo como dejarlo, pero es mentira ¿cómo dejar ir a esa personita que tan feliz me hacía? Podría haberlo hecho mejor, podría haberla tratado bien y se come los estragos de mis malos ratos sin necesidad alguna, peor destrato que ese no hay. Odio todo aquello que le haga daño y por eso me odio. No quiero decirle adiós todavía, yo quiero dejar de tener a ese alguien respirándome en la nuca y diciéndome que me voy a ir pronto, porque es mentira. Gracia, eso es lo que tenía. Gracia de hacerme vivir como se supone que me merecía ¿quién lo diría? dejé todo para estar con ella y ahora la dejo a ella para terminar con todo ¡hablame de paradojas! Espero encontrar una salida y que pare de llover, que sus brazos vuelvan a rodearme, que sus labios vuelvan a besarme, que ese pelo y esos tatuajes sean lo primero que vea al levantarme, sólo eso te pido, Dios, si es que me escuchas, hijo de la gran puta. Ojalá y leas esto, ya que estás en todos lados, cagón.
Septiembre 24, 2016.