Notes

Estoy al borde del colapso. La tristeza y la nostalgia están devorándome por dentro. Por fuera, la cáscara de mujer fuerte se sigue manteniendo. Por dentro, el pasado y el futuro me carcomen.
Estoy supersensible, cualquier palabra, recuerdo o gesto puede desencadenar una catarata incontenible de lágrimas. Cada insignificante objeto o tarea rememora a alguien a quien no volveré a ver.
Mil veces creí estar a punto de caer. Pero mi naturaleza tozuda no me lo permite. Siento que no soportaré un dolor más, pero la vida me sigue golpeando, ya fuerte, ya débil, y yo resisto. Saco fuerzas de donde no tengo. Ya no sé si por amor, o sólo por el mero instinto de supervivencia.
¿Qué pasaría si hablara con él y le dijera la verdad? ¿Qué pensaría él? No me animo porque prefiero dejar la puerta abierta a volver a trabajar allí, lo que no entiendo es por qué. ¿Espero que todo vuelva a ser como antes? Si eso ya no puede ser, porque volvería para otra cosa, y él ya no estaría en condiciones de ser mi jefe... y no sé si sería bueno, en el caso de que se dé...
Como Francesca, no quiero que esté casado... lo quiero todo para mí.
Con la distancia estoy perdiendo el miedo que tenía a lo que podría pasa, pero aún así, no me animo a acercarme. No tiene mucho sentido, lo pondría en riesgo tal vez, o lo incomodaría.
No puedo escribir sobre otras personas, todo lo que me surge tiene que ver con lo que siento. Es casi inútil seguir yendo al taller literario. No salgo de escribir 3 párrafos, estoy bloqueada con la creación de historias, la única que me interesa es la mía propia. Voy a continuar con textos que haya escrito anteriormente.
Aunque tomé la decisión yo sola, es muy difícil aceptar las consecuencias, pensar que ya no lo veré nunca más.
Pensar que su sonrisa dejó de existir para mí. Aunque él, tal vez, siga sonriendo, ninguna de esas sonrisas me las dedicará. Ninguna otra camisa blanca me puede conmover, si debajo del género no late su corazón.
Quiero ser libre, con esa libertad de consciencia que sólo da tranquilidad. Como los pasados curados y los futuros sensatos. Como la vida encauzada por el bien. Amor en estado puro, puro amor. Sin miedos, sin prisas, sin pausas.
Amor del bueno, de ese que se espera toda la vida. Del que no se cuestiona, se siente y se goza. Del que creo no llegaré a tener con él.

Hoy me siento bien. Más tranquila, aunque la tristeza sigue ahí. Aunque los recuerdos me atrapen de vez en cuando. Aunque todavía lo quiero, más de lo que debería, y estoy segura de que si lo viera le diría lo que siento, aunque no le caiga bien lo que le diga.
Lo quiero, lo amo, le entregaría todo de mí si él quisiera ¿Querrá?
El amor es difícil de explicar. Por qué llega? por qué se va? Y por qué nos conmueve tanto? y tantos otros por qués...

Hoy estoy tranquila. Tengo proyectos y cosas nuevas en mente, tengo mucho trabajo y poco tiempo para pensar en él. El recuerdo de Pablo se va disolviendo en el tiempo, aunque no dejo de pensar en él ni de fantasear con encontrarlo, no dejo de desear ser suya un día, cada cierto tiempo me sobrevienen recuerdos de conversaciones que tuvimos, de cosas que me dijo, de frases que enunció. Pero ya duele menos. Cuando murió Blacky empecé a recordar más a Pablo, a regodearme en la tristeza. Pero creo que ya lo superé, estoy haciendo otras cosas, y no me atrapa la melancolía.

Quisiera volver a verlo, saber algo de él. Pero no me respondió el último mail. ¿Será que no lo vio? ¿O no lo quiso contestar? ¿O se ofendió por algo? ¿O es que realmente no quiere saber nada de mí? Ay! Cuánto daría por saber!!