Notes

Hey, de seguro cuando leas esto mi cuenta ya estará cerrada, probablemente para siempre. Sé que dijiste que querías que te dejara en paz, y créeme que yo también quiero estar en paz. Y no puedo estarlo si te veo ahí, con otro. Sí, no debería tomármelo tan personal, pero ¿qué puedo hacer? Sé que jamás me alcanzarán las palabras para disculparme por la estupidez que hice, y tampoco podré explicar lo que sentí, siento y sentiré por ti. Tal vez mi manera de amar sea un asco, pero créeme cuando te digo que aún lo hago. Es muy probable que no te importe nada de lo que tenga por decir, me pongo en tu lugar y también estaría dolido. Tengo tantas ganas de olvidarte, de sacarme de la cabeza tu nombre y olvidar cada uno de los momentos que pasamos juntos. Pero no he podido, lo único que consigo es llegar al punto de pensar que ya no tengo más lágrimas por derramar. He estado estas semanas sonriendo, fingiendo que no pasaba nada, cuando me pasaba todo. Es irónico, porque todos me ven bien, o eso al menos creo. Ellos dicen que estaré mejor, que lo superaré con el tiempo. Pero, me pregunto, ¿cuánto me tomará a mí? Tal vez para ti fueron unos cuantos días, pero yo sigo dando vueltas en el mismo círculo. Quería decirte la verdad, te juro que quería, pero no pude. Y fue muy tarde cuando lo hice. Ojalá algún día yo también encuentre a otra persona, aunque ya no me importa. Te dije que tú eras mi último amor, y así será. Porque ya no me queda nada por dar, por más patético que suene. Mi propósito no es que vengas corriendo a mis brazos, dejes a tu pareja y volvamos a estar o algo parecido. Sería absurdo, porque te veo muy feliz con él. Así como yo lo estaba contigo. Qué horrible es hablar en pasado, ¿no? Tener todo un día, todo lo que construiste en casi dos meses y perderlo en cuestión de segundos. Y, sólo espero que me perdones, estaré en Twitter por un buen tiempo, por si en algún momento decides desbloquearme. Estaré al pendiente. Lo último que perderé serán las esperanzas. Y por último, te deseo lo mejor. Probablemente debería decirte lo mucho que me cabrea el hecho de que le digas “te amo” a una persona que conoces tan sólo cuatro días, pero no estoy en condiciones de reclamar un título que ya no es mío. Te amo, Alda. Siempre.
Andrew.