Notes

Me acomodo en el sofá, medio sudorosa. Disfruto de poder sentir un poco de calma sobretodo por tener un poco menos de calor. Escucho tus peticiones y cierro los ojos sonriente. Me tomo unos segundos, porque necesito retomar mi respiración. De mientras, te miro con chulería y empiezo a tocarme el cuello lentamente, cierro los ojos y echo la cabeza atrás, mientras mis manos bajan por mi cuerpo. Toco mis pechos, los acaricio, muevo, pellizco los pezones... incluso me lamo los dedos con lascivia para dejar un camino húmedo hacia mis pezones. Bajo mis manos por mi vientre hasta llegar a la vagina. Entonces me estimulo el clítoris y muerdo de mientras mi labio inferior soltando un suave suspiro. Veo como empiezas a masturbarte y eso hace que me excite aún más, con lo que muevo mis dedos más rápido hasta que noto que estoy muy resbaladiza. Luego te enseño mis dedos húmedos y me los llevo a la boca, disfruto de mi mismo sabor salado y dulce. Bajo mis manos e introduzco un dedo, pero no noto apenas nada, con lo que paso a introducir tres dedos de golpe y los muevo suavemente hacia mi interior, para acelerar el ritmo después. Cuando te acercas no dudo en sacar la lengua y rozar tu glande. Lo envuelvo y succiono, para también luego lamer tus testículos, succionarlos y volver al glande. Gimo al sentir mis propios dedos, e introduzco el cuarto para tu sorpresa. Contengo los gritos, y cuando estoy a punto de correrme, ceso por completo ambas acciones y me levanto con rapidez, volteo tu cuerpo y te empujo al sofá hasta que quedas sentado. Entonces me pongo encima de ti, sintiendo todo tu miembro en mis partes más íntimas. Te beso con cierta lujuria, poseaividad y pasión. Luego muevo mi cadera, para sentirte y que me sientas.
—¿Querrás volver a verme?
Susurro sobre tu boca, mordiendo tu labio y tirando después de él. Beso tu hombro, cuello y pecho y espero tu respuesta (espero que) afirmativa. Cojo tu cabello y tiro hacia atrás tu cabeza, para poder pasar mi lengua desde la clavícula hasta tu barbilla. Muevo mi cadera sintiendo tu glande en mi clítoris, y lo presiono un poco justo ahí para aliviarme. Gimo sobre tu boca.
—Me pones loca, ¿lo sientes?