Notes

Como ya es costumbre, siempre menciono la hora y bueno, son las 11:35.
Hola amor, si estás leyendo ésto es porque ya son las 12, quizá las 12 con un minuto o más. Sabes, aún me es difícil de creer que estés conmigo, después de tantas cosas que hemos hablado, tanto que nos hemos confesado y ¡míranos! estamos aquí, juntos, como ayer, como hoy, como espero estarlo. Existe una canción que me recuerda mucho a ti, se llama "To build a home" no es muy romántica pero el solo título me enciende el corazón; mi sueño es construir un hogar, para ti, para mí, con amplios ventanales y un piso de madera auténtica, una casa que nos verá crecer, nos verá florecer cada primavera y envejecer cada invierno, quiero además, una chimenea, algo legítimo que nos aumente el deseo de acurrucarnos; nos imagino a ti y a mí encanecidos, frente al fuego, olvidándonos de lo externo, sonriendo como los desconocidos que fuimos y como los amantes que ahora somos. La canción no habla precisamente de un final feliz y sé que no todo es así, que los finales abruptos existen y que los finales felices no son más que ilusiones pero, lo esencial es contar contigo, quiero inventar otro tipo de final a tu lado, quiero que si llega, estemos de acuerdo en regresar, si te pierdo mañana vuelvo y te conquisto. Dicen que los modales en el amor son bastos, que se alimenta de sonrisas, de los "buenos días" cada vez y de las "buenas noches", yo creo que a tu lado me he convertido en una mejor versión de mí y no te miento cuando te digo que he cambiado, que le sonrío a los extraños en la calle, que mi mal humor se va a volar cuando de un "te amo" tuyo, se trata. ¿Te quedarás para observar cada versión? ¿Estarás dispuesta? Porque en la vida me hacía aferrado tanto a alguien, que las palabras que te escribo son sinceras y diferentes. Tú me conoces, yo te conozco y supongo que eso es lo que nos basta. Hemos pasado por todo, hemos perdido amistades y encontrado otras, nos deshicimos y nos volvimos a hacer pero, juntos y juntos debemos quedarnos. Mi casa es tu casa, mi hogar son tus brazos, mi refugio tus pensamientos y mis anhelos tus sueños; tú lo vales todo, tú me has demostrado que si se puede seguir a pesar de tener el corazón roto, que es un hecho el mañana siempre y cuando amanezca sobre tu pecho, ¡y qué me importa si me falta el mundo, si te tengo a ti! ¡Y qué me interesa si todos me abandonan, si tú eres lo que me importa! Eres mi amor, eres mi todo, la ironía de mi vida, la belladonna que no aniquila, la semilla de mi interior, la melodía de mis letras, mi ejemplo a seguir y lo que más admiro en el mundo, mi mundo. El día en que te conocí, estaba desorientado, marchitado, ambos éramos un caos, y juntos hicimos arte, desde la primera mirada hasta el mínimo latido, cada mejilla sonrojada, cada toque encendía el fuego y hoy ni siquiera tengo deseos de apagarlo, quédate Marrie, quédate porque yo no me iré... ¡felices tres meses, ángel! Gracias por soportarme y por brindarme tanto, tanto amor. ¡Te amo, demasiado!