Notes

Nunca, en efecto, vacilado en la convicción de que la felicidad es la prueba de todas las reglas de conducta, y el final de la vida. Pero ahora yo pensaba que este extremo era sólo para ser alcanzado por no llegar al final directa. Esos son sólo felices (pensé) que tienen sus mentes fija en algún objeto que no sea su propia felicidad; en la felicidad de los demás, en la mejora de la humanidad, incluso en una obra de arte o de ejercicio, no se sigue como un medio, sino como un fin en sí ideal. Buscando con ello la otra cosa, encuentran la felicidad por el camino. Los placeres de la vida (tal era ahora mi teoría) son suficientes para que sea una cosa agradable, cuando se toman en passant, sin que sea un objeto principal. Una vez que sean así, y ellos se sintieron inmediatamente a ser insuficiente. No van a tener un examen minucioso examen. Pregúntese si usted es feliz y usted deje de ser así. La única posibilidad es tratar, no la felicidad, pero un fin externo a ella, ya que el propósito de la vida. Deje que su conciencia de sí mismo, su control, su auto-interrogación, se agotan en la que; y si otra cosa, afortunadamente, en tales circunstancias va a inhalar la felicidad con el aire que respira, sin detenerse en ella o pensar en ello, sin que ninguna de anticipándose a ellos en la imaginación, o lo ponga en fuga por el cuestionamiento fatal. Esta teoría se convirtió entonces en la base de mi filosofía de vida. Y aún sostengo a ella como la mejor teoría para todos aquellos que tienen más que un grado moderado de sensibilidad y de la capacidad de goce, es decir, para la gran mayoría de la humanidad.

John Stuart Mill (1806-1873). Autobiografía. Capítulo V, una crisis en Mi historial Mental: Una etapa en adelante. Los Clásicos de Harvard. 1909-1914.

Explicar el argumento de John Stuart Mill, y discutir las formas en que de acuerdo o desacuerdo con sus puntos de vista. Apoyar su posición, proporcionando razones y ejemplos de sus propias observaciones, experiencias o lecturas.