Notes

Te lo juro, trato tanto de no llorarte, trato a toda costa el grabarme que tú ya eres feliz y que no volverás, trato de olvidar tus besos, tus mensajes, tus "te amo"; trato tantas cosas y solo logro recordarte. Y ahora te recuerdo más que a nada en este mundo. Recuerdo como era la vida junto a ti. Contigo disfruté de los mejores besos, los mejores abrazos, las mejores caricias. Sólo contigo viví los días más felices de mi vida, verte reír a carcajadas, escuchar tus chistes, hacerte reír cuando estabas enojado, caminar juntos de la mano, disfrutar juntos una taza de café, contar chistes que sólo a ti y a mí nos daban risa, ponernos apodos cursis, mandarnos mensajes durante todo el día para sentir que estábamos juntos aunque no pudiéramos vernos. Todo eso sólo contigo lo tendré y te recordaré siempre como la persona que me enseñó a disfrutar y ver la vida como nunca lo había hecho. Pero, ¿qué pasó? Todo lo que era color rosa se tornó gris, las cosas cambiaron y tú ya no eras el mismo. Muchas veces me cuestioné si aún sentías algo por mí, como en el primer día, el primer mes o el primer año. Sentía que tu amor se iba cada vez que cruzabas la puerta  de entrada. Cuando de nuevo te veía no eras el mismo, tu indiferencia aumentaba más y más y tu cariño ya no era tan cálido como sabía estar. La duda de que si me querías en verdad permanece en mi desde esos días de soledad junto a ti; cuando te fuiste casi lo afirme pero me dijiste que fue, es y será siempre amor de lo que sentías por mi. ¿Por qué te fuiste entonces? Aún no lo sé. Pero si lograste amarme, entonces todo habrá valido la pena. Cada lágrima, cada sonrisa, cada pensamiento, cada sentimiento. Habrá valido cada segundo a tu lado. Sin importar que todo haya acabado, si conseguiste amar a este revoltijo, entonces no me arrepiento de nada. Volvería a hacerlo, volvería a conocerte y revivir cada recuerdo, una y otra y otra vez.