Notes

Podía sentir el presagio del géiser de tu culminación aproximarse en cuestión de segundos, tu respiración tan agitada parecía indicarlo, llegué a pensar que incluso yo misma podría alcanzar el clímax al mismo tiempo que tu a pesar de que hace un instante había detenido mi autoestimulación. Estaba tan jodidamente excitada como nunca lo había estado en mi vida.

Mi lengua recorría cada centímetro de tu cada vez más tórrido y palpitante miembro, humedeciendole completamente con la gran cantidad de saliva que escapaba de ella y esparcia de arriba hacia abajo, aumentando el ritmo cada vez más, succionando cada lugar con mis labios que inundaban la habitación de un pegajoso y suave sonido. Lo estabas disfrutando tanto, lo estábamos disfrutando tanto que no podía evitar sonreír al observarte. Mis pequeños dedos continúan masajeando con agilidad la sensible y suave piel de tus testículos.

Mis ojos no pueden evitar cerrarse ante la amorosas caricias que las yemas de tus dedos proporcionaban en mi cabello y terminé por abrirlos de sorpresa ante el temblor de tu cuerpo que sucumbia de placer ante bestial liberación de goce absuluto.

Mis ojos resplandecientes de lujuria se abrían ligeramente levantando levemente las cejas con expresión de sorpresa al ver como finalmente se producía la gran erupción que recibí como la ofrenda a una Diosa. Mis labios estaban completamente empapados de tu semen, mi "helado"de pronto estaba derritiendose, chorreando por la superficie hasta los dedos de mis manos, mi lengua relamio tan suavemente lo carnoso de mis sensibles labios y degusté poco a poco con los ojos cerrados la dulzura de tu néctar como si se tratase de la mejor medicina. Al abrirlos me encontré con tu mirada penetrante que me sonrío, tu semblante tan relajado y tu boca entre abierta casi sin aliento. Mis mejillas se coloreaban de un tono muy rosado pero yo no despeje mi vista de la tuya. Mientras comenzaba a chupar cada uno de mis dedos y la longitud empapada como un cono de helado. Sonreí coquetamente contigo ahora de rodillas frente a mi.

Estoy jadeando suavemente después de aquel momento tan caliente, mi dedo índice roza con delicadeza la inquebrantable erección, observo curiosa y desconcertada. No sabía que eso era posible. Mi cabeza descansa en la calidez de tu gran mano, y acaricié con mi mejilla esta como lo haría un gatito cariñoso. Mi nariz se arruga levemente, con mis mejillas aun sonrojadas.

Sonrío ante la guía de tu mano hacia la mía que se apoya en tu pecho sintiendo los latidos de tu tan agitado corazóncito. Mis ojos se cierran ante nuestras frentes en unión, mientras nuestras respiraciones comienzan a sincrónizarse y regularse.

Cuándo nuestras miradas se encuentran se pueden percibir chispas de complicidad. Tanto amor y deseo se ilumina ardientemente entre nosotros.

«Eres tan delicioso... » Susurré suavemente sobre tus labios.

«Esa fue una experiencia espiritual para mi persona. Jodidamente sexy. Cuando estés lista, kalon — quiero devorar tu coño hasta que grites mi nombre. Quiero beber cada gota de tu goce. Pero ahora, vamos juntos a ducharnos. Sin embargo, no puedo prometer a ti que no intentaré nada mientras estemos ahí, desnudos y mojados.»

«Mhmm... » murmuré asintiendo sin decir más ante tus labios que se amoldaban amorosamente a los míos con lentitud, me volvía instantáneamente dócil ante tus besos, sintiendo cosquillas agradables en el estómago. Sonreí suspirando ante la pequeña mordida que depositabas sobre estos al término de éste y reí suavemente ante el cosquilleo que tu lámida que produjo mientras retirabas los restos del líquido blanquecino. «Oye, eso era mío» bromeé.

Mis brazos se alzan para ayudarte a sacar el vestido por completo, atrapé mi labio inferior entre mis dientes ante tu reacción.

«No son demasiado grandes, no necesito sujetador. » murmuraré sonrojadome un poco más.