Notes

El hecho de que no sea tu culpa, sino la forma en que tu cuerpo hace las conexiones químicas en el momento correcto, en el tiempo correcto — de la jodida manera equivocada — simplemente me hace más duro de lo que estoy, Audrey. Me dan ganas de arrancarte la ropa y hacerte mía, de otra manera, sin importar quién pueda estar mirando. Que se toquen mientras te como lentamente, sin hundirme en tu mar. Sin penetrarla.
No existe sólo la penetración, como agente liberador. Puedo engañar a Dragonite, satisfaciendo sus deseos de otras formas.

Lo que puedo decir en nuestra defensa, la mía y la de Dragonite, es que somos románticos hasta el punto de la perversión. O pervertidos hasta el punto de ser los últimos románticos. Sin embargo, antes nuestros momentos se fragmentan en mil realidades diferentes, además de las ya existentes en otras realidades de la dimensión imaginaría, yo encontraré una manera de disciplinar a la chica mala en paralelo con nuestro momento original. La voy a disciplinar tan duramente que la haré gemir de placer pidiendo más, perdiendo que me olvide del combinado y lo haga duro, que ella soportará el dolor, me lo dirá ella. Pero un profesor como yo conoce a su alumna.

Te quiero demasiado, alma de mi alma