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¿Qué alimentos ayudan a prevenir el riesgo de cáncer de mama?
El cáncer de mama es el cáncer más común en las mujeres, y el cáncer de mama invasivo afecta a 1 de cada 8 mujeres en los Estados Unidos durante su vida. Incluso ocurre en hombres, aunque el cáncer de mama masculino representa menos del 1% de todos los casos de cáncer de mama (1, 2).

El daño del ADN y las mutaciones genéticas pueden causar esta enfermedad. Heredar ciertos genes, como BRCA1 y BRCA2, también puede aumentar su riesgo, al igual que tener obesidad (1, 3).

El estilo de vida también juega un papel fundamental, ya que las investigaciones vinculan el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la exposición al estrógeno y ciertos patrones dietéticos, incluidas las dietas occidentales ricas en alimentos procesados, con un mayor riesgo de cáncer de mama (4, 5, 6).

En particular, los estudios asocian otros patrones de alimentación como la dieta mediterránea con un riesgo reducido de cáncer de mama. Además, los alimentos específicos pueden incluso proteger contra esta enfermedad ( 7, 8 ).

Aquí hay 10 alimentos que puede comer para ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama, así como algunos que debe evitar.

Alimentos que pueden reducir el riesgo de cáncer de mama

Tenga en cuenta que muchos factores están asociados con el desarrollo del cáncer de mama. Si bien mejorar su dieta puede mejorar su salud general y reducir su riesgo de cáncer en general, es solo una pieza del rompecabezas.

Incluso con una dieta saludable, aún necesita exámenes de detección de cáncer de mama regulares como mamografías y controles manuales. Después de todo, la detección y el diagnóstico tempranos aumentan significativamente las tasas de supervivencia. Hable con su proveedor de atención médica para que le aconseje sobre las pruebas de detección del cáncer de mama.

De todos modos, la investigación sugiere que estos alimentos pueden reducir el riesgo de esta enfermedad.

La col rizada, la rúcula, las espinacas, las hojas de mostaza y las acelgas son solo algunas de las verduras de hoja verde que pueden tener propiedades anticancerígenas.

Los vegetales de hojas verdes contienen antioxidantes carotenoides, incluidos el betacaroteno, la luteína y la zeaxantina, cuyos niveles sanguíneos más altos se asocian con un riesgo reducido de cáncer de mama ( 8 ).

Un análisis de 8 estudios en más de 7000 personas encontró que las mujeres con niveles más altos de carotenoides tenían un riesgo significativamente menor de cáncer de mama, en comparación con las mujeres con niveles más bajos ( 9 ).

Del mismo modo, un estudio de seguimiento en más de 32 000 mujeres relacionó los niveles sanguíneos más altos de carotenoides totales con un riesgo reducido de 18 a 28 % de cáncer de mama, así como un riesgo reducido de recurrencia y muerte en aquellas que ya tenían cáncer de mama ( 10 ).

Además, las investigaciones revelan que un alto consumo de folato, una vitamina B concentrada en las verduras de hoja verde, puede proteger contra el cáncer de mama (11).

Los cítricos están repletos de compuestos que pueden proteger contra el cáncer de mama, incluidos el folato, la vitamina C y los carotenoides como la beta criptoxantina y el beta caroteno, además de antioxidantes flavonoides como la quercetina, la hesperetina y la naringenina (12).

Estos nutrientes proporcionan efectos antioxidantes, anticancerígenos y antiinflamatorios ( 12 ).

De hecho, la investigación relaciona los cítricos con un riesgo reducido de muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama. Una revisión de 6 estudios en más de 8000 personas vinculó el alto consumo de cítricos con una reducción del 10 % en el riesgo de cáncer de mama ( 13 ).

Las frutas cítricas incluyen naranjas, toronjas, limones, limas y mandarinas.

Los pescados grasos, incluidos el salmón, las sardinas y la caballa, son conocidos por sus impresionantes beneficios para la salud. Sus grasas omega-3, selenio y antioxidantes como la cantaxantina pueden ofrecer efectos protectores contra el cáncer (14, 15, 16).

Algunos estudios muestran que comer pescado graso puede reducir específicamente el riesgo de cáncer de mama.

Un gran análisis de 26 estudios en 883 000 personas encontró que aquellos con la mayor ingesta de fuentes de omega-3 de mariscos tenían hasta un 14 % menos de riesgo de cáncer de mama, en comparación con aquellos que comían la cantidad más baja ( 17 ).

Equilibrar su proporción de omega-3 a omega-6 al comer más pescado graso y menos aceites refinados y alimentos procesados también puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama ( 19 ).

Disfrutar regularmente de las bayas puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama.

Se ha demostrado que los antioxidantes de las bayas, incluidos los flavonoides y las antocianinas, protegen contra el daño celular, así como contra el desarrollo y la propagación de células cancerosas ( 20 ).

En particular, un estudio en 75,929 mujeres relacionó una mayor ingesta de bayas, y arándanos en particular, con un menor riesgo de cáncer de mama con receptor de estrógeno negativo (RE-) ( 21 ).

Los alimentos fermentados como el yogur, el kimchi, el miso y el chucrut contienen probióticos y otros nutrientes que pueden proteger contra el cáncer de mama (22).

Una revisión de 27 estudios relacionó los productos lácteos fermentados, como el yogur y el kéfir, con un riesgo reducido de cáncer de mama en poblaciones occidentales y asiáticas ( 23 ).

La investigación en animales sugiere que este efecto protector está relacionado con los efectos de mejora inmunológica de ciertos probióticos ( 24 ).

El ajo, las cebollas y los puerros son vegetales allium que cuentan con una variedad de nutrientes, incluidos compuestos organosulfurados, antioxidantes flavonoides y vitamina C. Estos pueden tener poderosas propiedades anticancerígenas ( 25 ).

Un estudio en 660 mujeres en Puerto Rico relacionó el alto consumo de ajo y cebolla con un menor riesgo de cáncer de mama ( 26 ).

Asimismo, un estudio en 285 mujeres encontró que un alto consumo de ajo y puerro puede proteger contra el cáncer de mama. Sin embargo, el estudio notó una asociación positiva entre el alto consumo de cebollas cocidas y el cáncer de mama ( 25 ).

Por lo tanto, se necesita más investigación sobre las cebollas y la salud de los senos.

Se ha demostrado que las frutas, específicamente los duraznos, las manzanas y las peras, protegen contra el cáncer de mama.

En un estudio en 75 929 mujeres, aquellas que consumían al menos 2 porciones de duraznos por semana tenían hasta un 41 % menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama ER- ( 21 ).

Curiosamente, un estudio de probeta reveló que los polifenoles antioxidantes de los duraznos inhibían el crecimiento y la propagación de una línea celular de cáncer de mama (26).

Además, un estudio que analizó datos de 272 098 mujeres relacionó el consumo de manzanas y peras con un menor riesgo de cáncer de mama (27, 28).

Las verduras crucíferas, como la coliflor, el repollo y el brócoli, pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama ( 29 ).

Las verduras crucíferas contienen compuestos de glucosinolatos, que su cuerpo puede convertir en moléculas llamadas isotiocianatos. Estos tienen un potencial anticancerígeno significativo ( 30 ).

En particular, un estudio en 1493 mujeres vinculó una mayor ingesta total de vegetales crucíferos con un menor riesgo de cáncer de mama ( 31 ).

Los frijoles están cargados de fibra, vitaminas y minerales. En concreto, su alto contenido en fibra puede proteger contra el cáncer de mama.

Un estudio en 2571 mujeres encontró que un alto consumo de frijoles redujo el riesgo de cáncer de mama hasta en un 20 %, en comparación con un bajo consumo de frijoles ( 32 ).

Además, en un estudio en 1260 mujeres nigerianas, aquellas con la mayor ingesta de frijoles tenían hasta un 28 % menos de riesgo de cáncer de mama, en comparación con aquellas con la ingesta más baja ( 33 ).

Las hierbas y especias como el perejil, el romero, el orégano, el tomillo, la cúrcuma, el curry y el jengibre contienen compuestos vegetales que pueden ayudar a proteger contra el cáncer de mama. Estos incluyen vitaminas, ácidos grasos y polifenoles antioxidantes ( 34 ).

Por ejemplo, el orégano cuenta con los antioxidantes carvacrol y ácido rosmarínico, que según los estudios de probeta muestran efectos anticancerígenos significativos contra líneas celulares agresivas de cáncer de mama ( 35 ).

La curcumina, el principal compuesto activo de la cúrcuma, también ha demostrado importantes propiedades anticancerígenas, al igual que la apigenina, un flavonoide concentrado en el perejil (36, 37).

Como muchas otras hierbas y especias también tienen poderosos efectos anticancerígenos, es una buena idea incluir una amplia variedad en su dieta.

Los alimentos que pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama incluyen pescado graso, numerosas verduras, frijoles, alimentos fermentados, muchas hierbas y especias, y frutas como bayas, duraznos, manzanas, peras y cítricos.

Alimentos y bebidas a evitar

Mientras que ciertos alimentos pueden proteger contra el cáncer de mama, otros alimentos pueden aumentar su riesgo.

Como tal, es mejor reducir la ingesta de los siguientes alimentos y bebidas, o evitarlos por completo:

Para reducir el riesgo de cáncer de mama, evite los carbohidratos refinados, el azúcar agregada, el alcohol, los alimentos fritos, las carnes procesadas y la comida rápida.

Otras Consideraciones

No hay duda de que su dieta puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas, incluido el cáncer de mama. Sin embargo, muchas otras opciones de estilo de vida también pueden afectar su riesgo de cáncer.

Por ejemplo, hacer ejercicio regularmente, descansar lo suficiente y no fumar ofrece una protección significativa contra el cáncer de mama. Mantener un peso corporal saludable también puede ayudar a reducir el riesgo ( 46 ).

Además, algunas investigaciones sugieren que ciertos productos para el cuidado de la piel pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama. Por ejemplo, el uso de antitranspirantes está relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama, aunque se necesita más investigación ( 46, 47 ).

Además, la exposición a pesticidas, así como a compuestos conocidos como disruptores endocrinos que se encuentran en materiales como el plástico, puede aumentar el riesgo de cáncer de mama (48, 49).

Por lo tanto, optar por productos naturales para el cuidado de la piel, la jardinería y la limpieza puede disminuir el riesgo de cáncer de mama.

Tenga en cuenta que las citas médicas periódicas y los exámenes de detección de cáncer de mama son fundamentales para la detección y el diagnóstico tempranos. Hable con su proveedor de atención médica si tiene preguntas sobre su riesgo de cáncer de mama o el proceso de detección.

Dormir lo mejor posible, abstenerse de fumar, hacer ejercicio y mantener un peso corporal saludable pueden reducir el riesgo de cáncer de mama. Tenga en cuenta que la detección del cáncer de mama es vital para la salud de la mujer.

La línea de fondo

Seguir una dieta nutritiva rica en alimentos como verduras de hoja verde, pescado graso, frutas cítricas, frijoles, bayas y ciertas hierbas y especias puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama.

Puede ser igualmente importante eliminar las bebidas azucaradas, las carnes procesadas, los alimentos fritos y el alcohol.

En general, el riesgo de cáncer es complejo pero ciertamente está influenciado por su dieta. Recuerde hablar con su proveedor de atención médica sobre las pruebas de detección del cáncer de mama.
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