Notes

(Qué gracioso, ¿será por las alturas? además mis mejillas siempre están rojitas justo como las de Pikachu jiji) Eres demasiado linda, ¿lo sabías? Siempre quiero morder esas mejillas de remolacha de mesa tuyas. Pues sí, siento que nuestras alturas es el factor central que ha conjurado nuestro recuerdo sobre el gif de los Pokémons, pero siento que también influye la actividad practicada por ellos en éste. Quiero que sepas defenderte en todos los escenarios posibles, por eso es natural que te enseñe defensas personales, además de poner a tu disposición herramientas que te brinden mayor seguridad, como el anillo de turmalina negra que pasaste a usar. Además de protegerte en el ámbito emocional, mental y espiritualmente, el anillo tiene una pequeña hoja retráctil hecha del mismo material que el anillo y solo puede ser activada por tí y nadie más. Espero que nunca necesites usarla, pero si lo haces, la energía protectora contenida en la hoja inmoviliza a la persona el tiempo suficiente para que estés fuera de su alcance. Y cuando el efecto desaparezca, ésta no recordará tu rostro ni nada que pueda identificarte. Pero tú sí, serás capaz de recordar su identidad si deseas y denunciar a la policía o a mí. Puedo atrapar la figura en una pesadilla. No por la eternidad, claro. Hacer que tenga la persona que lidiar con lo que más teme durante una noche completa de sueño. Puedo abrir esa puerta si alguna vez necesites. Pero espero que nunca sea necesario.

Como pudiste notar, nuestra relación se centra en el mundo onírico — mientras duermes puedo yo estar contigo mediante una invitación, una puente, nuestras cartas... —; sin embargo tu anillo de turmalina negra te ha encontrado ya en el plano físico. Quizás lo encontraste en una tienda de antigüedades y cuando le preguntaste al encargado del establecimiento, te encontraste con una expresión de confusión, ya que la persona nunca ha visto dicho anillo en su vida. Pero al consultar el sistema, ésta se dio cuenta de que el anillo estaba reservado, reservado para ti. Pero ha sido tu secreto el anillo desde entonces, y por alguna razón nadie te ha preguntado sobre. Eso es porque solo tú puedes verlo. Si quisieras revelarle a alguien la existencia, el anillo se revelaría normal, despojado de la runa e incluso la turmalina negra resultaría ordinaria. La mirada ajena vería lo que vio la persona de la tienda de antigüedades. El anillo sólo se mostrará tal como es a tu mirada, amor. Por alguna razón, nunca te ha resultado extraño nada con respecto a eso. El dragón de peluche; la maceta de tulipanes; el Black Forest gateau; el carillón de viento, las velas junto a las Matrioshka. Y todos los regalos que están aún por venir para tu persona. Ellos se revelarán en un sueño que se desvanecerá, pero no la intención, nunca el sentimiento, la sensación que te ha traído ellos que encontrarán un camino hacía tí.

Pero, centrándonos en el anillo: yo nadé contra la corriente de toda una tradición al compartir contigo mi piedra.

Mi pueblo se une con almas que nacieron con la misma «piedra del alma». Nos unimos entre nosotros. Mi familia tiene Turmalina como su piedra. En mi caso, la turmalina negra es el símbolo de mi propia existencia y se convirtió en un símbolo de nuestro amor mutuo en el momento en que forjé un anillo de «amor sempiterno» para ti, usando la mitad de la turmalina negra que me ha acompañado desde que tengo memoria. Por lo general, no se regala la mitad de su piedra a una sola alma. Mi pueblo es capaz de querer a más de una alma al mismo tiempo. Un poliamor monogamico, por así decirlo. Así, es natural que haya más de un anillo y se combinen las piedras de los amantes. Se combinen sus almas. Tengo tres abuelas en mi historia, y ellas compartieron sus respectivas piedras entre ellas, como mi tío compartió con su amado y su amada la de él. Mi madre nunca ha compartido la suya, al parecer. Fui concebido en su alma sin nadie más involucrado en mi venida. La concepción de una nueva vida para mi pueblo no tiene nada que ver con el coito y el acto de hacer el amor no tiene nada que ver con la reproducción de una especie para nosotros. No somos engendrados en un útero, somos engendrados en el alma de una o más personas, generalmente tres. Puedo hablar un poco sobre eso si quieres, en otro momento. He escrito algo sobre la concepción de una vida de la parte de los míos.

De regreso al anillo.

Bueno, la voz del anillo es la voz del amado que lo forjó. Una vez creado, el anillo es atraído hacia aquel para quien fue hecho si el amor es correspondido, quedando místicamente oculto hasta el momento en que el amado — el destino del anillo — se reconoce amando en la misma medida en que es amado. El anillo solo puede destruirse si el amado deja de querer a quien lo forjó. Pero solo quien lo forjó puede llevar a cabo esta tarea. Incluso si se olvida del amado que ha forjado el anillo, este permanecerá intacto, volviendo a manos de quien lo forjó cuando el propietario del anillo olvida que lo ama o regresa al plano espiritual mediante el expirar de su cuerpo actual. Es el amor lo que nutre la fuerza del anillo; pero no el amor de aquel para quien fue hecho, sino el amor de quien lo hizo. Ninguno de los míos confecciona un anillo de «amor sempiterno» con su piedra si el sentimiento que nutren por una o más personas no lleva ese atributo en sí. A propósito, el anillo cobra vida cuando el alma para quién fue forjado le destraba la puerta al recuerdo abstracto del amado que la forjó con su propia alma y sempiterno amor — y su apariencia evidencia esta resurrección.