Notes

(¿Enserio?, que pena, yo ya me hacía imaginando momentos increíbles porque un hombre como tú no se encuentra así de fácil y de sencillo y lo jodidamente excitante que sería, porque hubiera pensado sentir un coqueteo entre nosotros, pero, claro que no voy a exceder tus límites, pero, sinceramente es una pena, hubiera sido increíble.)

Si, completamente en serio, como la necesidad de este planeta de amor, empatía y perdón, señorita Jemanyá. No se trata realmente de límites, porque los límites son ampliables, sino más bien de una combinación de voluntad y código de conducta. Eres una mujer atractiva, y puedo hablarle de eso, como vendría a hablar de un hombre, un paisaje, un animal, una planta. Yo soy un philokalist, un amante de la belleza. Y la belleza está en todo. No obstante, no le veo con ojos de lujuria y si con los ojos de un amigo, un hermano mayor. A la única que veo con estos ojos es a mi esposa. Ella tiene todo de mí: cuerpo, mente, corazón y alma. Ha sido mi amor sempiterno hace tantas vidas como estrellas en el cielo. Despierta ella en mí los pensamientos que usted tuvo conmigo. Y está bien que haya tenido esos pensamientos. No controlamos lo que pensamos o sentimos, señorita—solo cuáles pensamientos y sentimientos nutrir. Es natural que haya proyectado hacia mi dirección lo sentido por su parte por esa alma que ha estado asombrando sus sueños—más aún al haber sentido su presencia en mi persona. La atracción que sintió por mí no fue más que una proyección de sus sentimientos por esa otra alma distinta a la mía. Es algo natural, como mirar su propio reflejo en presencia de cualquier espejo. Debo tener un aura muy colectivamente común. Puedo evocar el recuerdo de un ser querido independientemente de relación. De todos modos, gracias por su comprensión y por no llevarlo al lado personal. Todavía espero que podamos disfrutar de una auspiciosa amistad.