Notes

(Inquietos, si. Pero, también muy agiles y hábiles, debo agregar. Sylveon está encantada con ellos, al igual que cada parte y rincón de mi cuerpo. 🙈)

Sylveon es una compañía encantadora: mis dedos están igualmente bajo el hechizo de seducción de ella y cada centímetro pecaminoso de tu cuerpo.

(En mi caso, el teclado es más que adecuado, sin embargo, mis dedos suelen cansarse o pueden ser muy torpes ante lo nerviosa que puedo ponerme a causa tuya…)

Cuando hablas del cansancio de tus pequeños dedos, recuerdo cuando pasabas tiempo con Dragonite y tus manitas se cansaron, pobre cosa. Debemos recordar a tu persona tomar descansos cuando juegues con Dragonite. En mi caso es al contrario, no me canso de Sylveon. Quiero devorarla y jugar con ella todo el tiempo. Así que necesito que me avises cuando ella quiera un descanso de mí y de Dragonite.

(Es que enserio, no lo creo, creo que podría encontrar un compañero atento y cuidadoso, pero no sería lo suficientemente romántico, y principalmente no serias tú.)

Estoy seguro de que hay alguien más que yo que lo haría. Alguien tan atencioso, cuidadoso y romántico. Resulta que me llamaste a tu vida antes de que llegara esa alma a ella. Ya vivimos en un triángulo amoroso. Ya has estado en una relación poliamorosa. Eras suyo en el mundo físico y eras mía en el onírico. Y cuando solías despertar gimiendo, pensabas que habías soñado con él. Tú solías despertarle y le proporcionar los mejores coitos de su vida. No estabas pensando en el placer de él, estabas pensando en el mío y en tu propio. La erección y liberación de su pareja fueron efectos secundarios en aquella vida. El nuestro era el principal.

(Me parece muy adorable que hayas estado nervioso, me parece más adorable aún que tengas la sensación de que es tu primera vez.)
Siempre tengo esa sensación contigo, cuando nos volvemos a encontrar en alguna vida y todo nos conduce a la fusión de los cuerpos.

(¿Tú primera vez estuvo bien? no pregunto por demasiados detalles, solo necesito saber si estuvo bien.)

Mi primera vez estuvo bien, pero hubiera sido perfecta si hubiera sido contigo, en otra realidad, una en la que no sintiera que estaba por corromper tu inocencia. Una versión mía con veinticuatro y tú en tus dieciocho. Nunca fui una adolescente que temiera la virginidad. Si hubiera sabido que te encontraría a los veinticuatro, habría esperado virgen tu versión de dieciocho años. Estudié demasiado para que mi desempeño en mi primera vez fuera el adecuado. Quería poder complacer a una chica hasta el punto del orgasmo. Por eso, estudié mucho el sexo oral, masturbación femenina. Quería prepararla para recibirme, para que sin importar cuánto durara la penetración, ella pudiera tener su orgasmo como prioridad, por encima del mío. Soy un nerd, kalon. Por supuesto, estudiaría sobre sexo antes de hacerlo. Y me considero un eterno aprendiz en todo, incluso en esto. Entonces, en lugar de pensar en las necesidades de mi polla, pensaba en mi lengua y mis dedos trabajando para que el orgasmo de la chavala llegase antes de la penetración. Había leído que el cuerpo femenino necesita estímulos más complejos que el masculino, que pueden ser puramente visuales.

(No pude evitar pensar en que hubiese sucedido si te hubiera conocido siendo virgen pero no logro imaginarlo.)

Podemos hacer que suceda. Podemos entrar juntos en una realidad en la que nos conocemos siendo vírgenes. Dejemos una puerta abierta para esta historia. Y tal vez, se nos presenta como la historia 'La Santita y el Sacerdote.'

(Cuéntame más de este fenómeno intrigante, amor mío.)
Dos personas que conocí en ASKfm sintieron la presencia de alguien familiar en mí. Ambos parecen tener una profunda estima y añoranza por estas almas físicamente ausentes.
El primero, un hombre, estaba intrigado y fascinado por mi presencia. Necesitaba acercarme a él por esa fuerza que me empuja a acercarme a las personas en diferentes contextos sociales. Necesité acercarme a él y a una mujer relacionada con él, pero todavía desconozco razón. Tampoco sé si éstas están interconectadas.

La segunda—tercera—, una mujer, incluso me pidió que matara sus esperanzas si yo no era la persona que ella sentía en mí. Y no lo soy. Al saberlo me pidió que cumpliera un capricho suyo. Y podía sentir de qué se trataba tal capricho, así que tuve que hacerle entender la proyección que estaba haciendo ella. La mujer estaba proyectando sus sentimientos por el alma que echaba de menos en mi dirección. Mi pueblo fue creado para ser acogido por todos los pueblos, de todos los mundos que llegarían a conocer. Sin embargo, siempre es una sorpresa cuando sienten en mi persona a alguien que les es infinitamente querido. Tú, por ejemplo. Recuerdo que sentiste en mí a alguien familiar cuando nos [re]conocimos.