Notes

+ Goodbye my everything. No ha pasado tanto tiempo desde que pusiste punto final a nuestra historia, no he de quejarme ya que fue mi favorita de todas, realmente anhelaba que fueras ese “para siempre" con el que todo mundo sueña encontrar en la vida pero lastimosamente no, no lo eres. Traté de recordar todo, me quité la vida preguntándome en qué pude haber fallado, qué hice mal y puede que yo tenga esas respuestas pero siempre fui muy terco y orgulloso para aceptar mis errores. Desde esa última noche contigo en mis sueños estoy más que seguro que te has quitado una carga en tu vida, recuerdo que ese mismo día había soñado en uno de nuestros lugares favoritos, de esos con los que siempre quisimos haber ido juntos. Estaba anocheciendo, una playa, eras tú sola entre tanta marea, pensé que estabas esperando por alguien y obviamente no dudé en que sería por mí. Tan sólo centímetros me separaban de ti, podía sentir tu cuerpo aferrándose al mío en ese acogedor abrazo que pensaba darte, pero en la misma aparecía una segunda silueta, sé que era masculina y fue aquello que me hizo caer de rodillas contra la arena al igual que mi mundo viniéndose abajo en ese preciso momento. ¿Debo creer que era una señal o una maldita casualidad? Ambos sabíamos cómo trabaja mi mente y las cosas bonitas y desagradables que pasaban por ella pero, ¿fue una advertencia o el qué? No puedo pensar con claridad, eso lo tengo un tanto borroso por ahora pero es que no me importa tanto, cómo a ti que aparentas que todo importa una mierd* porque quiero aparentarlo yo también, aunque frente a mis amigos te haga quedar cómo una desconocida en mi vida cuándo por dentro se me destroza el corazón. No te juzgo, sólo hago lo que tú en ocasiones hiciste conmigo pero eso me tiene sin cuidado, cualquiera me levantaría hasta lo más alto para después dejarme caer a lo profundo directo en la basura, ya que siempre decías que lo era y por ello debería permanecer en éste ambiente o eso me hiciste creer pero las cosas pasan, así he aprendido en la vida, no a señas, a golpes cómo dice la sabia mujer que me trajo a éste mundo. Lo acepto, nunca me perteneciste pero yo quería creer que era un pensamiento bizarro que deambulaba en mi cabeza. Te quejabas por haberte intentado matar más no te pones a pensar en que me quitaste la vida desde hace tiempo atrás, te entregué todo mi corazón y mi ser completo en tus manos, desde ese momento yo dejé de vivir. Nunca quisiste aceptarlo pero no era más que una simple marioneta para ti, me sujetaba de unos hilos que a la misma vez cortaban mi piel pero eso te gustaba, que hiciera tu voluntad ya que de ello obtenías satisfacción pero yo no sabía, eras mi más grande adicción y tu dañino amor me tenía cegado para verlo. Pero hoy pongo alto a ese daño, desde ese momento corté esos hilos y fue un arduo trabajo pero lo conseguí, mientras tanto estoy remendando esas heridas que tú misma me hiciste, todas esas lágrimas que se perdían con la lluvia y mi sangre roja cómo tus seductores labios que me hicieron perder la cordura ya no serán para ti, nunca en lo que queda de vida. Un placer, amor mío.