Notes

Te he confesado mis mayores miedos, he dejado que conozcas mis demonios y con el paso del tiempo cada una de mis debilidades. Hasta la más mínima. Sabías todo de mí, te he dicho cada cosa que me hacía bien, no esperé que con tus juegos lograras que comenzaras a hacer que las odiara. Esas cosas comenzaron a lastimarme, no sabía el porqué. Simplemente pasó, sé que es tu culpa, sé que eso lo lograste vos. Sabías a la perfección cuales eran esos objetos, esas palabras, esas personas que eran mis puntos débiles y no dudaste en atacar ahí, justo donde más me duele. Tiraste tu mejor carta sobre la mesa, esa carta con la que sabrías que ibas a terminar de destruirme y lo hiciste realmente bien, ya no tenía salida, había perdido el juego. Un juego que yo mismo había construido al pensar que podía confiarte eso a ti, jamás creí que me fallarías. Un juego al que yo llamaba vida, esa vida que no dudaste en arrebatarme. Vaya, ahora veo que la frase "las apariencias engañan" siempre tuvo la razón. ¿Por qué te aprovechaste de mí? Sabías que estaba cayendo y me terminaste de matar, ¿es que no sientes una mínima pizca de culpa? Me has destruido por completo. Te felicito, supiste bien jugar mi juego, con mis reglas, lo diste vuelta, hiciste que sea tuyo y como era de esperarse, terminaste siendo el ganador. Me has matado. Ahora sé que caigo a un vacío que no tiene fin. No puedo creer que haya sido tan tonto de pensar que tu no me ibas a lastimar, ¿pero sabes qué es lo peor? ¿sabes que es lo que me da más furia? Saber que esto lo lograste con la ayuda de mí peor enemigo. Lo lograste con mí propia ayuda. Te he dado mi propia bala y no dudaste en disparar cuando se te presentó la oportunidad perfecta para acabar conmigo. Pero debes saber una cosa, es de cobarde aprovecharse del más débil y sus debilidades, si yo caigo por ésta bala que ahora se encuentra estancada en mi pecho y es mi fin, tú caerás conmigo. No son palabras que quedarán sueltas en el aire, es una promesa que cumpliré, sin importar a donde me lleve éste gran vacío y soledad que ahora se encargan de dominar mi alma, mi ser y destruirme por completo hasta volverme polvo. Pero nos volveremos a ver y tendré mi venganza, porque tú también me has dado tu propia bala y no dudaré en utilizarla.